Los monopolios generan beneficios excesivos para sus propietarios a expensas del resto de la economía, su capacidad para generar riqueza extrema queda demostrada en el caso de Carlos Slim, el sexto hombre más rico del mundo, cuya fortuna proviene del monopolio casi absoluto que ejerce sobre los servicios de comunicaciones en México; la OCDE ha señalado que ese monopolio tiene efectos negativos sobre consumidores y economía en su conjunto, hizo notar la asociación internacional Oxfam en su informe anual “Premiar el trabajo, no la riqueza”.
El año pasado, el número de personas cuyas fortunas superan los mil millones alcanzó su máximo histórico, con un nuevo milmillonario cada dos días. En este momento hay dos mil 43 milmillonarios (US$) en todo el mundo, de los que nueve de cada diez son hombres, añadió.
Agregó que la riqueza de estos milmillonarios también experimentó un enorme crecimiento, lo suficiente como para poder terminar con la extrema pobreza en el mundo hasta siete veces. El 82% del crecimiento de la riqueza mundial durante el último año fue a parar a manos del uno por ciento más rico, mientras que la del 50% más pobre de la población mundial no aumentó lo más mínimo.
Entre 2006 y 2015, los salarios aumentaron una media de un dos por ciento anual, y la riqueza de los milmillonarios se incrementó 13%; mientras la fortuna de los milmillonarios aumentó en 762 mil millones de dólares durante el último año, las mujeres aportan a la economía mundial 10 billones de dólares en trabajos de cuidados no remunerados; los últimos datos de Credit Suisse indican que 42 personas poseen actualmente la misma riqueza que los tres mil 700 millones de personas más pobres del mundo
Oxfam y Development Finance International han elaborado un índice que analiza las políticas adoptadas por 152 gobiernos en ámbitos que podrían contribuir a hacer frente a la desigualdad, poniendo de manifiesto que la mayoría de los gobiernos no hacen lo suficiente para cerrar la brecha.
Para poner fin a la actual crisis de desigualdad, señaló, es necesario que todos los trabajadores y trabajadoras del mundo disfruten de salarios y trabajos dignos. En todo el mundo, la economía del 1% más rico se construye a expensas de trabajos mal pagados, a menudo ocupados por mujeres, que reciben salarios miserables sin que se respeten sus derechos fundamentales.
Esta economía se erige a costa de trabajadoras como Fatima en Bangladesh, que trabaja en la confección de ropa para la exportación, donde sufre maltratos si no logra alcanzar los objetivos y con frecuencia se enferma por no poder ir al servicio, puso como ejemplo.
Agregó que se apoya también sobre las espaldas de trabajadoras en las fábricas de carne de pollo en Estados Unidos, como Dolores, que padece una discapacidad permanente que le impide coger a sus hijos de la mano. Se construye sobre las espaldas de las inmigrantes que limpian hoteles, como el Myint en Tailandia, expuestas a abusos sexuales por parte de clientes, que a menudo tienen que aguantar si no quieren perder su empleo.

“En 2016, el grupo Inditex, al que pertenece la cadena de tiendas de moda Zara, repartió dividendos por valor de cerca de mil 300 millones de euros al cuarto hombre más rico del mundo, Amancio Ortega.Stefan Persson, hijo del fundador de H&M2 y que ocupa el puesto 43 en la lista Forbes de las personas más ricas del mundo, recibió 658 millones de euros en concepto de dividendos el año pasado. Anju vive en Bangladesh y trabaja confeccionando ropa para la exportación. Suele trabajar 12 horas al día hasta muy tarde. A menudo tiene que saltarse comidas porque no ha conseguido suficiente dinero. Gana poco más de 900 dólares al año”, refiere.
Actualmente, agregó, es difícil encontrar un líder político o empresarial que no exprese públicamente su preocupación por la desigualdad, sin embargo, lo que cuenta son las acciones, no las palabras, y en esto casi todos los líderes fallan. “De hecho, muchos de ellos promueven activamente políticas que contribuyen al aumento de la desigualdad. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue elegido con la promesa de que ayudaría a las personas trabajadoras y, sin embargo, ha conformado un gobierno de multimillonarios y está promoviendo una gran rebaja fiscal para el 1% más rico.
El presidente Buhari de Nigeria manifestó públicamente que la desigualdad está provocando un aumento de la tensión y la frustración, pero en Nigeria desaparecen miles de millones provenientes de las ganancias del petróleo, la desigualdad sigue aumentando y 10 millones de niños y niñas siguen sin acceso a la escuela, añadió.
Oxfam realizó una encuesta a más de 70 mil personas en 10 países, representando a una cuarta parte de la población mundial: Más de tres cuartas partes de las personas encuestadas está de acuerdo o muy de acuerdo con que la brecha entre ricos y pobres en su país es demasiado grande. Esta opinión varía de un 58% en Países Bajos a 92% en Nigeria.
Cerca de dos tercios de las personas encuestadas piensa que deben adoptarse medidas de manera urgente o muy urgente para reducir la brecha entre ricos y pobres; el 60% están de acuerdo o muy de acuerdo en que es responsabilidad del gobierno reducir la brecha; el 75% preferiría que su país tuviera un nivel de desigualdad de ingresos menor al actual.
En todos los países donde trabaja Oxfam, el espacio para la actuación de la sociedad civil se está reduciendo y se restringe la libertad de expresión. CIVICUS, una alianza que trabaja para el fortalecimiento de la sociedad civil, señala que en más de 100 países existen serias amenazas a las libertades civiles.
“Para mi generación no hay vuelta atrás a los tiempos de antes de la revolución. Hemos abierto los ojos. Y mientras sufrimos opresión, nos hemos reorganizado entre nosotros para luchar contra la desigualdad y la injusticia”, indicó Ghouson Tawfik, de la Plataforma por la Justicia Social en Egipto.
Como dijo Louis Brandeis, juez de la Corte Suprema de Estados Unidos, “en este país, podremos tener democracia o podremos tener una enorme riqueza concentrada en las manos de unos pocos, pero no podremos tener ambas cosas a la vez”, destacó.
“Nuestros líderes son conscientes de ello, pero en lugar de adoptar medidas para reducir la concentración de la riqueza y la desigualdad, están más interesados en restringir la democracia y la libertad de expresión para demandar una sociedad más justa”, opinó.
En todos los países del mundo se repite la misma dinámica: En Nigeria, los intereses que genera en un año la riqueza del hombre más rico del país serían suficientes para sacar de la pobreza extrema a dos millones de personas. A pesar de que Nigeria lleva casi una década con un crecimiento económico constante, la pobreza en el país ha aumentado durante este mismo periodo.
En Indonesia, los cuatro hombres más ricos tienen tanta riqueza como los 100 millones de personas más pobres; las tres personas más ricas de Estados Unidos tienen tanta riqueza como la mitad más pobre de la población de ese país (unos 160 millones de personas); en Brasil, una persona que gane el salario mínimo debería trabajar 19 años para ganar lo mismo que una persona del 0,1% más rico en un mes.
Oxfam es una confederación internacional de 20 organizaciones que trabajan juntas en más de 90 países, como parte de un movimiento global a favor del cambio, para construir un futuro libre de la injusticia que supone la pobreza.
Hay, sin embargo, quienes han atemperado los datos de Oxfam; la periodista española Patricia Malagón ha señalado en Libre Mercado que “la población mundial adulta cuenta con cinco mil millones de personas (contando a los niños estaríamos en siete mil 442 millones). De ellos, tres mil 500 millones viven con menos de 5.5 dólares al día. Tomando el último informe de Credit Suisse sobre la riqueza media mundial, se puede observar que con un sueldo medio español se podría estar en pocos meses entre los habitantes más acaudalados del planeta“.

No es tan difícil estar entre los más acaudalados del mundo, relató; de hecho la mayoría de los españoles están en el lado más rico del planeta: El 75% de todos los habitantes de España se encuentra entre el 20% de la población con mayores recursos; además, el 43% de los españoles -casi la mitad del país- está entre el 10% más rico del mundo.
Esto es así, dijo, porque el 70% de toda la población mundial tiene un patrimonio inferior a ocho mil 500 euros. Es decir, entre casas, y recursos financieros no superan esa cantidad. “Esto supone que cualquier persona que supere entre sus ahorros y bienes patrimoniales dicha cantidad se encuentre entre el 30% más rico del mundo. En el caso de España, con un sueldo de mil euros al mes, se necesitaría menos de un año para estar en ese segmento.
En la mayoría de los países africanos y en muchos asiáticos la riqueza media está por debajo de los cinco mil dólares. En América Latina y todo Asia la acumulación de capital medio está por debajo de los 25 mil dólares. Mientras que para estar entre los países más ricos es necesario tener más de 100 mil dólares de media individual en patrimonio o en ahorros.
Credit Suisse sitúa la riqueza media de los adultos españoles por encima de los 116 mil dólares. Concretamente, para estar entre el 10% más rico del mundo, una persona necesita una riqueza neta de 71 mil 600 euros. “Es decir, con una casa pagada ya estaríamos dentro de ese 10%”, argumentó.
Por otra parte, “a pesar de las grandes diferencias de renta entre países, lo cierto es que la pobreza extrema ha descendido en los últimos años: En 1850, el 81.5% de la población mundial vivía en situación de pobreza extrema; en 2015, sólo el 9.6% se mantenía en esa situación de miseria, lo que supone una caída del 71.9% en 168 años.
Pero, además, en 1980 la tasa de pobreza extrema era del 44,3% (en menos de 40 años la pobreza extrema se ha reducido 34,7%, gracias a la globalización). Las estimaciones de la Institución Brookings apuntan a que en 2030 (en 12 años) el nivel de pobreza extrema será del 5% mundial.
aml