El Departamento de Estado de Estados Unidos pedirá a todos los países entregar información que les permita determinar si un viajero representa una amenaza a su seguridad, y estar en condiciones de vetar a solicitantes de visa y restringir el ingreso a su territorio.
De acuerdo con un oficio emitido por dicho departamento, divulgado por la agencia Reuters, las naciones que no se ajusten a estos nuevos protocolos, o no tomen medidas para hacerlo en un plazo máximo de 50 días, podrían enfrentar sanciones en los viajes de sus ciudadanos.
El comunicado, enviado a todos los puestos diplomáticos en Estados Unidos, es un compendio del decreto firmado por Donald Trump el 6 de marzo, con el que buscaba prohibir el ingreso a Estados Unidos de personas procedentes de seis países predominantemente musulmanes.
En el documento se detallan medidas tales como la emisión de pasaportes electrónicos, reportes periódicos a la Interpol sobre pasaportes robados o de solicitantes de visa con antecedentes penales, y exigir que quienes tengan la intención de viajar a Estados Unidos proporcionen sus datos biográficos y biométricos, así como cualquier “información de identidad” que les sea requerida.
Estos lineamientos son el último paso en una serie de medidas adoptadas por la administración de Donald Trump, con la finalidad de “proteger” a Estados Unidos de un ataque terrorista.
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