La futbolista Jennifer Hermoso compareció este martes ante la Audiencia Nacional para ratificar su versión sobre el incidente con Luis Rubiales, ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en el cual asegura haber sufrido un beso “no consentido”. En una declaración tranquila pero contundente, la jugadora detalló el atosigamiento que experimentó después del incidente, describiendo una presión constante por parte de la institución para que defendiera públicamente a Rubiales.
El caso, que involucra acusaciones de agresión sexual y coacciones, tiene como imputados a Rubiales, al entrenador Jorge Vilda, a Albert Luque y a Rubén Rivera. Hermoso afirmó que la presión se intensificó durante el vuelo de regreso a España y en Ibiza, donde se celebró el título.
La futbolista, recién anunciado su fichaje por el Tigres mexicano, se presentó a la Audiencia Nacional con tranquilidad y ofreció declaraciones a la salida del tribunal. La declaración, que duró casi tres horas, completó prácticamente la investigación del caso. El juez Francisco de Jorge debe ahora evaluar si hay indicios suficientes para llevar a juicio a los imputados, marcando un momento crucial en esta polémica batalla judicial.
El caso ha generado un interés público significativo, destacando la importancia de abordar adecuadamente las denuncias y presuntas presiones en el ámbito deportivo. Con la participación de figuras prominentes como Rubiales y Hermoso, el desenlace de este caso podría tener implicaciones tanto deportivas como sociales.
CEEA