Andrés Manuel López Obrador debe comprender que la campaña ya terminó y ahora tendrá la gran responsabilidad de gobernar un país y tiene la obligación de procurar su seguridad personal, consideró Polimnia Romana, excoordinadora de las “Gacelas” grupo que se encargaba de la custodia del ahora presidente electo cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
En entrevista con el periódico El Universal, la también exdiputada local consideró que López Obrador no es una persona fácil de cuidar porque está acostumbrado a romper los protocolos establecidos ya que para él, su integridad física no es importante sino la cercanía con la gente y en eso, dijo, difícilmente va a cambiar de parecer.
Expuso que el político tabasqueño ha argumentado en muchas ocasiones que él no tiene enemigos, y seguramente es cierto, pero el Presidente de México sí los tendrá y más aún ante el riesgo de afectar con su desempeño intereses de grupos de poder o de la delincuencia organizada. Por ello, resulta muy peligroso que no tome con la seriedad debida este asunto.
Cuestionó su decisión de retirar el Estado Mayor Presidencial de la tarea de custodiarlo, así la efectividad que el denominado “cuerpo de ayudantías” pueda tener para protegerlo, pues es absurdo que para formar parte de ese equipo se pida como requisito principal tener licenciatura. Eso, explicó, no es garantía de experiencia en la protección de un jefe de Estado, mientras que el EMP estaba expresamente capacitado para tal objetivo.
Recordó que durante la campaña de 2006 hubo gente armada que le se acercó sin que los encargados de resguardarlo pudieran evitarlo y ahora en días pasados, un presunto fanático religioso se lanzó frente a su vehículo; estas señales, apuntó, no se deben desestimar.
Para la exgacela, López Obrador no ha dejado a un lado el papel de candidato, sin embargo se ha percatado que ha hecho algunos cambios a su imagen y lenguaje corporal a partir de que ganó los comicios. Para ella, eso es signo de que escuchó opiniones y confió en que haga lo mismo respecto a su seguridad personal; que haya la suficiente presión social para que así sea.
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