La Misión de Visitantes Extranjeros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) felicitó a los ciudadanos, al gobierno y a las autoridades electorales de México por el éxito de los comicios; sin embargo, manifestó su preocupación por la “extrema violencia” que afecta a la política mexicana.
Tras la jornada electoral del pasado 6 de junio, la Misión (integrada por 36 personas de 16 nacionalidades, varios especialistas en diversos temas) destacó “la fortaleza institucional, el profesionalismo y la experiencia” de las autoridades electorales autónomas e independientes, encarnadas primero en el Instituto Federal Electoral y después el Instituto Nacional Electoral, lo que facilitó la realización de las elecciones, especialmente en el contexto de la pandemia de Covid-19.
Entre los avances que resalta la Misión de la OEA está la inclusión: la paridad de género en órganos y poderes del Estado, la legislación contra la violencia política de género, las acciones afirmativas para asegurar la participación política de indígenas, afroamericanos, discapacitados, migrantes y de diversidad sexual.
Sin embargo, también señaló que la principal amenaza contra las elecciones en México “han sido los altos niveles de violencia”, que incluyen asesinatos de aspirantes, funcionarios, miembros de equipos de campaña y hasta familiares de políticos.
También mencionó una estrategia de seguridad en el contexto electoral que buscó ser implementada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que buscó articular la política contra la violencia política, pero de la que diversos actores consideraron que no fue implementada con oportunidad.
Además de manifestar su rechazo a las agresiones, la Misión indicó que “la violencia estuvo focalizada en determinadas zonas”, y manifestó su “profunda consternación ante la brutalidad de los hechos y su impacto sobre la sociedad”.
La Misión de la OEA advirtió con claridad: “La violencia socava los cimientos de la democracia”. Por ello llamó a gobierno, partidos políticos y sociedad civil a un diálogo para tratar el problema.
En el documento de la organización internacional no pasó inadvertido de la propaganda gubernamental y la intervención del presidente Andrés López Obrador (aunque no lo menciona por su nombres) durante el proceso electoral.
Así, en sus observaciones la Misión de la OEA comentó lo que llama “el delicado balance de valores y principios que coexisten en el modelo de comunicación política en todo proceso democrático moderno”. Así, mientras la Constitución consagra la libertad de expresión, el derecho de la información y el deber de rendición de cuentas, a la vez pone límites a los servidores públicos durante la contienda electoral por su capacidad de incidir en ella.
Pero la Misión establece con claridad “la obligación para todas las personas de acatar y actuar dentro del marco normativo establecido para los procesos electorales. Esta obligación es tanto más importante cuando se trata de las figuras con mayor poder en la jerarquía del aparato estatal”.
Finalmente la Misión de la OEA reiteró su felicitación “a la ciudadanía y las autoridades involucradas en este proceso electoral por el éxito con que se llevaron a cabo las elecciones más grandes y complejas de la historia mexicana”.