Para Ricardo Anaya, la elección presidencial será entre dos y es un hecho que el PRI ya se va. El suyo, dijo, será el primer gobierno de coalición en la historia de México porque una sola persona no puede gobernar al país ni tomar todas las decisiones.
Al formalizar su candidatura a la Presidencia de la República por la Coalición Por México al Frente, Anaya Cortés afirmó que su campaña es la que más ha crecido y expuso que la realidad del país va a cambiar; no obstante, subrayó, se está ante la “oportunidad histórica” de elegir entre ideas del pasado que ya han probado su ineficacia o apostarle al futuro en un mundo que evoluciona y se transforma constantemente.
En el Auditorio Nacional, con la asistencia de los dirigentes de los tres partidos que forman la alianza, así como gobernadores del PAN y PRD, el aspirante presidencial agradeció el respaldo de cada uno de ellos e hizo un reconocimiento especial al gobernador de Chihuahua, Javier Corral; dijo que “se quedaron con las ganas” quienes ya se frotaban las manos con un rompimiento entre ellos.
En su discurso, expuso que México no necesita “un mesías con ínfulas de perdonavidas”, sino la aplicación de un programa de gobierno instrumentado con reformas legales construidas dentro de las instituciones y por medio de la construcción de consensos.
Detalló que sus objetivos fundamentales serán combatir lo que llamó “los tres tumores del cáncer que aqueja a México”: la corrupción, la violencia y la desigualdad. Asimismo, fustigó al actual gobierno, emanado del PRI, por sus pésimos resultados en prácticamente todos los rubros, especialmente en los ya mencionados.
Aludiendo a sus contrincantes, aseguró que la corrupción no se combate con personalismos voluntaristas sino con una aplicación efectiva del estado de derecho, sin venganza, pero con justicia. Asimismo, ofreció que se rodeará de los mejores hombres y mujeres para gobernar, pero en caso de que alguno de ellos traicionara la confianza de los mexicanos e incurriera en actos de corrupción “no tendrá miramientos” para hacer cumplir la ley.
Sobre la desigualdad, insinuó que sus adversarios se asemejan en dejar la responsabilidad de combatir la pobreza en programas sociales mal diseñados y aplicados que sólo fomentan el clientelismo y no combaten de fondo el problema. Prometió un manejo responsable de la economía para incentivar la inversión y la creación de empleos; asimismo reiteró la propuesta del Frente del ingreso universal y recuperación paulatina de los salarios hasta que superen la línea de bienestar que indica el Coneval. Sostuvo que es “éticamente inaceptable” que unos cuantos tengan mucho y la gran mayoría carezca de lo indispensable para sobrevivir.
Respecto a la violencia, admitió que las estrategias aplicadas en los últimos dos sexenios no han funcionado y es urgente instrumentar una nueva que no se base solamente en la fuerza policial, sino en una reconstrucción del tejido social que lleva a mucha gente a delinquir. Sin embargo, sostuvo que sin cuerpos policiales bien preparados y bien pagados, “México no podrá vivir en paz”.
Anaya Cortés llamó a sus simpatizantes a cerrar filas ante lo que consideró “ataques” de sus oponentes, en especial del PRI, que va a recurrir a “lo que sea” con tal de perpetuarse en el poder.
“Ese dinosaurio moribundo que ha intentado destruirme a dentelladas y a coletazos infames, que ha tratado por todos los medios de romper nuestro Frente y de quebrar nuestra coalición, no ha podido ni no podrá lograrlo. A mí no me van a doblar y a nosotros no nos van a vencer”, enfatizó.
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