La corrupción y la negligencia provocaron varias muertes en el sismo del 19 de septiembre, afirmó el titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.
En la presentación del estudio “Protección Civil y Derechos Humanos”, el Ombudsman nacional señaló que si bien los efectos de un desastre natural son inevitables, hay consecuencias que sí se pueden evitar con la aplicación de las normas adecuadas.
“Aún es temprano para aventurar conclusiones definitivas sobre estos hechos, pero es claro que la omisión, la negligencia, la corrupción y la falta de aplicación de la ley en este ámbito, no sólo afectan la seguridad y el patrimonio de las personas, sino que cuestan vidas”, declaró González Pérez, de acuerdo con el reporte de Reforma.
“Si bien no es posible evitar que un fenómeno natural genere una condición de desastre, algunas de las consecuencias más dolorosas de los recientes sismos, como lo fueron los derrumbes donde muchas personas perdieron la vida, nos hacen cuestionar cuántos de ellos fueron realmente inevitables y cuántos eran prevenibles si se hubiera actuado con responsabilidad y conciencia”.
Advirtió que aún se está a tiempo para “consolidar un sistema con sustento en una normativa pertinente, instituciones fuertes y, sobre todo, una cultura general de prevención de desastres naturales que involucre tanto a las autoridades como a la sociedad”.
“Las construcciones en nuestro país deben tener como premisa básica la protección y garantía de la integridad de vida de las personas. No hay interés económico o particular que pueda ser más valioso que la vida humana”, resaltó.
Por ello, anunció que, previo al sismo, la CNDH y la UNAM iniciaron un estudio sobre la relación entre la Protección Civil y los Derechos Humanos, con el fin de considerarla como una prioridad para el país.
mahy