*Para Kika y Yanete con todo mi cariño, admiración y respeto
El mismo día que las niñas y los niños celebraban el Día de Reyes, también se conmemoró el Día de las Enfermeras y los Enfermeros. En 1931, el entonces director del Hospital Juárez de México, Dr. José Castro Villagrana, instituyó el 6 de enero como el día para homenajear a las y los profesionales de la salud, cuya presencia calificó como un “regalo de reyes” para los pacientes.
De acuerdo con datos proporcionados por la Secretaría del ramo, en el Sistema Nacional de Salud hay casi 300 mil enfermeras o enfermeros cuya actividad profesional resulta fundamental para la atención y cuidados de pacientes y hasta de sus familias. Sin embargo, en la lógica de la actual administración ellas y ellos no están dentro de sus prioridades y padecen del abandono, con sueldos ínfimos que en promedio no superan los 6 mil 500 pesos mensuales, mientras que a través de programas clientelares como “Jóvenes Construyendo el Futuro”, el gobierno federal asigna “becas” de 5 mil 258 pesos para los “ninis”, a cambio de prácticamente nada, excepto intentar coptar sus voluntades en el próceso electoral más próximo.
Si potenciamos los datos, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda del 2013 al 2021 el sector salud destinó en promedio, 20.0% del presupuesto sanitario para al pago de nómina (donde se incluye personal de enfermería y de apoyo hospitalario, medicos y administrativos) .
En lo que va de la actual administración se han destinado poco más de mil 500 millones de pesos anuales para el pago de sueldos y prestaciones de personal de enfermería en instituciones públicas, mientras que para los “ninis” se han gastado cerca de cien mil millones de pesos en los 4 años de la presente gestión.
No cabe duda que para el Gobierno de la 4T, lo que vale es el clientelismo, el uso de los recursos con propósitos políticos-electorales. En este mismo espacio ya hemos abordardo el tema de cómo los responsables de la administración pública han hecho de la política social un recurso para la coacción de votos. El propio presidente Andrés Manuel López reconoció recientemente que apoyar a los pobres respondía a una estrategia político-electoral.
Actualmente, en México una enfermera o enfermero reciben un sueldo similar al “apoyo” que da el gobierno a jóvenes que no estudian ni trabajan, con la gran diferencia de que los primeros tuvieron que cursar una carrera universitaria de al menos 4 años para obtener su título y cédula profesional que les permita ejercer la profesión para la que tanto se prepararon, mientras que los segundos lejos de aportar a la sociedad representan una carga financiera para el erario público. Su único “mérito” es que son potenciales votantes pues como dijo el propio titular del Ejecutivo, “ayudando a los pobres, va uno a la segura porque ya sabe de que cuando se necesite defender, en este caso, la transformación, se cuenta con el apoyo de ellos”.
Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense
Pongamos un ejemplo de lo planteado anteriormente: en el Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense localizado en Chilpancingo, una enfermera especializada percibe un salario mensual neto de 8 mil 700 pesos, una enfermera general titulada 8 mil 400 pesos, una auxiliar de enfermera 5,364 pesos y una enfermera por contrato 2 mil 500 pesos.
Hablamos principalmente de mujeres que, especialmente, dedican su vida al cuidado de mujeres y de sus hijos recién nacidos provenientes sobre todo de las regiones más pobres de Guerrero, como la montaña y la zona serrana.
Las enfermeras de dicho nosocomio no sólo se dedican a colaborar en la provisión de cuidados generales a pacientes; a realizar asistencia al personal médico; participar en procedimientos especiales, así como orientar y verificar el cumplimiento de los mismos en las especialidades, sino que se convierten en “mamás” temporales de neonatos en lo que sus madres se recuperan de procedimientos médicos delicados en los que estuvieron en riesgo la vida de ambos. Se cuentan por miles las historias en las que enfermeras de ese hospital se han convertido en heroínas anónimas que han cuidado y salvado la vida de pequeños y sus madres.
A cambio no sólo reciben salarios minúsculos, sino que son víctimas del atraso en el pago de sus percepciones por hasta 5 quincenas y sufren constantemente la amenaza de ser separadas de sus empleos, además de que carecen de los ínsumos más básicos para el desempeño de sus actividades.
En agosto del año pasado, enfermeras del Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense denunciaron la falta de pago los días 30 de cada mes. Informaron que el 30 del mes de julio les debieron haber pagado lo trabajado el mes de mayo y hasta principios de agosto los directivos de la institución no les habian dado la cara para explicarles la situación de sus pagos. El tema tardo al menos un par de meses en resolverse.
Desde la profesionalización de la enfermería en 2004, las instituciones de salud en México solamente contratan personal con licenciatura por lo que todas las personas que estudiaron enfermería antes de ese año únicamente cuentan con el grado técnico y difícilmente encuentran trabajo en el sector. Es preocupante que en México, un país en el que existe un déficit de enfermeras (28 por cada 10 mil habitantes comparado con las 88 que recomienda la OCDE), existe, según el Instituto Nacional de Salud Publica (INSP), una tasa del 52% y 38% de desvinculación laboral en técnicas y licenciadas en enfermería respectivamente. Esto quiere decir que, en promedio, 1 de cada 3 enfermeras está desempleada o no trabaja en el área para la que estudió. Mi reconocimiento, admiración y gratitud para ellas.
Buenas notas
Y hablando de batas blancas, es difícil encontrarse a un personaje en la esfera pública que compita tanto en el quehacer científico como en el político con excelentes notas. Con buen ojo clínico Marcelo Ebrard vio esta cualidad en el duranguense José Ramón Enríquez, a quien eligió para coordinar sus esfuerzos de unidad y proyecto de nación en la región norte del país y en el Estado de México.
En medio de la debacle por la que atraviesa la principal adversaria del canciller rumbo a la candidatura de Morena, Claudia Sheinbaum, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores fortalece su estructura territorial, sobre todo después del accidente ocurrido el pasado sábado en la línea 3 del metro y tras la denuncia penal interpuesta por el equipo político del Ebrard en contra de colaboradores cercanos de la jefa de gobierno de la Ciudad de México por presuntos actos anticipados de campaña.
Así, el senador Enríquez, con reconocida trayectoria médica y especialidades únicas a nivel nacional en el área de oftalmología, por más de 30 años ha recorrido el país con el programa gratuito de cirugías de ojos beneficiando ya a miles de pacientes niños, jóvenes y adultos mayores en forma altruista.
Como político puede presumir casi dos décadas de participación y buenos resultados. Fue secretario de Salud en su estado; presidente municipal de la capital de Durango y presidente de los alcaldes a escala nacional; líder de los gremios médicos y delegado de Morena en Chihuahua.
Buen ojo el del canciller para observar en el servidor público duranguense las cualidades necesarias para unificar y sumar esfuerzos a favor del proyecto que encabeza el canciller.
En los momentos difíciles que trajo la pandemia, Enríquez promovió desde el congreso iniciativas de atención certera a la población; siempre atento y puntual, lo llaman “el Águila” Enríquez. Por eso Ebrard le confío el “enlace” de Durango y el Estado de México; además de estar listo para entrar en acción en la entidad en donde se requiera de su facilidad para sumar y construir puentes de diálogo y acción.
El senador de izquierda cuenta con apoyos en todos los sectores, empresarios, políticos afines y con diferentes filiaciones, así como grupos ciudadanos; quizá encuentre algunas intentonas de golpeteo en grupos morenistas afines a otros “corcholatas”, pero su hoja es limpia así que difícil resultará cualquier artimaña.
Apenas hace unos días, sin dejar de atender sus compromisos públicos y trabajar por el proyecto de nación en el que cree, Enríquez realizó una cirugía exitosa a un jubilado de escasos recursos que logró salvar su vista.
Su bata blanca tendrá un peso definitorio y si se le pregunta a la ciudadanía es reconocido por su labor por lograr mayores obras de infraestructura de salud, por su atención directa para quien lo requiere y su buena cara.
Con más de 90 mil seguidores en sus redes sociales es felicitado a diario por su labor sin atraer bots que puedan difamarlo.