Si eres joven de corazón

Te pido amable lector que pongas un poco de música mientras lees. No cualquier canción, sino ésta: https://www.youtube.com/watch?v=anlz3EuuhWo ¿Por qué? Porque es la canción que decido elegir como soundtrack del año 2019.

No se trata de algo personal, sino de que es, en mi opinión y recuerdos, la canción favorita por grandes producciones del año pasado. “Joker”, “The Morning Show” y, al menos, una tercera más que mi conato alzhaimer, la tiene secuestrada, pero de la que estoy muy segura. Así que, supersticiosa, me arriesgo a pensar que algo debe significar la recurrencia.

En un acto confesional admito que jamás imaginé mi vida de cincuentona, hoy que la vivo, descubro que había mucho más allá del “vivieron felices para siempre”. Concedo que la angustia se apoderó de mí al día siguiente de mi graduación; en la víspera de mi boda; tras tener un bebé; se transformó en un inquisidor que me preguntaba ¿y ahora qué?

A mis 52 se me ocurren mil quinietnas respuestas, a medida que he crecido, conmigo lo ha hecho una generación y también sus historias, la industria del entretenimiento lo nota, por tanto proporciona toda una filosofía que se lee perfectamente en la canción aludida y en los protagonistas de un género emergente, la serie de televisión y el cine geriatrico.

Pero regresemos a la historia de una filosofía envuelta en canción. No es la primera vez que la canción se integra en un soundtrack: se escucha en la película “The Front de 1976”; “Sweet Dreams de 1985”; “City Slickers de 1991”; “It Could Happen to You de 1994”, “Space Cowboys” de 2000. Incluso fue tema musical en los juegos Olímpicos de 2016. Pero hoy, en mi opinión cobra aún mayor sentido.

La balada, nos informa Wikipedia, fue escrita por Johnny Richards con letra de Carolyn Leigh. Originalmente la música de Richards se llamaba “Moonbeam” (Rayo de luna). La primer persona que la grabó fue Frank Sinatra en 1953; al año siguiente llegó al lugar número 2 de la lista de Billboard. La obra inspiró una película del mismo nombre, con el propio cantate y Doris Day, como protagonistas.

La tonada se ha dado cita en la voz de Bing Crosby, Rosemary Clooney, Perry Como, Connie Francis, Jimmy Durante, Tony Bennett, Shawn Colvin, Bobby Vinton, Tom Waits, Barry Manilow, Bob Dylan, Gloria Estefan, Landon Pigg, Mark Vincent, Vonda Shepard, James Darren, Monty Alexander y Michael Bublé, para nombrar a los cantantes más representativos.

Podemos extraer de esta elección un deseo que se concreta como la aspiración de este nuevo milenio. Y que gracias al crecimiento de expectativas de vida1 integra a un grupo adquisitivo que está saludable y sediento de proyectos.

Sinteticemos pues la letra de la canción para corroborar mi afirmación; al menos para ponerlo sobre la mesa. Nuestra modernidad líquida nos canta que (traduzco en narración las palabras exactas de la letra de la canción, salvo aquellas que pongo entre paréntesis:

Los cuentos de hadas pueden hacerse realidad, y te puede pasar a ti, siempre y cuando seas joven de corazón. Ser estrecho de mente te complica más la vida, (por otro lado) puedes llegar a conquistar esquemas imposibles (si eres flexible). Puedes reírte cuando tus sueños se desmoronan (porque) la vida se vuelve más emocionante con cada día que pasa. El amor está en tu corazón o en camino ¿No sabes que vale la pena cada tesoro en la tierra? Por más rico que seas, es mucho mejor, ser joven de corazón. (Si piensas así seguro) sobrevivirás hasta los 105 ¡Mira todo lo que obtendrás de estar vivo!2

Revisemos pues algunas de las mil fábulas de la era Netflix con héroes o heroínas mayores y cómo cumplen, al pie de la letra, las propuestas de nuestra rolita jóven de corazón.

La era Netflix

Ya hace tiempo en un curso sobre transmedia, el ponente advertía que el nuevo asilo sería Internet con sus redes sociales, sus juegos a distancia y su entretenimiento por streaming. Pero la apuesta va más allá, toda una cosmología geriátrica encarnada por los héroes a lo “Grace y Frankie”; Donovan o Kominskie, se atreve a dibujar el nuevo cuento de hadas para adultos.

Así Grace y su amiga Frankie (Jane Fonda 82 años; Lili Tomblin 80 años), descubren su empatía cuando, en plena modernidad, sus maridos resultan ser amantes, obligados por la época que los parió al ocultar su verdadera pasión sexual, se develan en pleno apogeo de una vigorosa senectud para exponer su homosexualidad. Las dos mujeres descubren que pueden amar de nuevo, fumar marihuana y aún tienen ritmo para bailar o creatividad para ser emprendedoras porque son “Jóvenes de corazón”. El increíble físico de Fonda y la energía de Tomblin ratifican que se puede vivir hasta los 105.

En otra serie, “El Método Kominsky”, Michael Douglas de 75 años, es un maestro de actores: Sandy Kominzky que se ríe de su cáncer de próstata (Puedes reírte cuando tus sueños se desmoronan), que goza de amistades sólidas y está en busca de una nueva pareja. Alan Arkin (85 años) es el mejor amigo de Sandy y “abierto de mente” se arriesga a “Pedirle al tiempo que vuelva3, busca a su viejo amor, Jane Seymour (68 años. Una versión igual de hermosa, pero con arrugas, de la Elise Mckenna de la película aludida). Podríamos seguir encontrando personajes de esta modalidad que enaltecen la canción que nombro el soundtrack de 2019. Que quede el ejercico abierto para todos los que somos teleadictos, les garantizo que podrán cantar cada estrofa sin desentonar.

Por su parte, Jorge Carrión es autor de “Teleshakespear”, es más que un teleadicto, un tele experto (de quien me confieso fan) atinadamente nos señala, en su texto para el diario El País, “Las series sí son para viejos” que vivimos una época que ha puesto en duda la centralidad heteropatriarcal y los héroes seniles nos interesan cada vez más.

…una franja social que cada vez es más activa, más vital, más sexual, más consumista. No cesa de crecer la bibliografía al respecto, y casi toda tiene que ver con el marketing y las finanzas… Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el año 2000 y 2050 habremos pasado de un 11% de ciudadanos del mundo mayores de 60 años a un 22%. Hablamos de un incremento de 605 millones a 2.000 millones en medio siglo. El viagra no es sólo un medicamento o una realidad: es también la metáfora de un deseo colectivo. La sociedad del siglo XXI aplaza la decadencia física e intelectual y alarga la jubilación creativa. El protagonismo de nuestros relatos colectivos no puede recaer en una única franja de edad: debe compartirse. Las series nos ayudan a entender esa nueva realidad y a construirla.

Jóven de corazón me levanto esta mañana no sólo para escribir y cantar una canción. Me voy al gimnasio para que, si bien o no evitaré la caída de mis pellejos, al menos pueda seguir vitalmente inaugurando los muchos capítulos por vivir y las mil series que tengo pendiente de ver.


Referencias:

1  https://www.worldlifeexpectancy.com

2 Fairy tales can come true, it can happen to you
If you’re young at heart.
For it’s hard, you will find, to be narrow of mind
If you’re young at heart.
You can go to extremes with impossible schemes.
You can laugh when your dreams fall apart at the seams.
And life gets more exciting with each passing day.
And love is either in your heart, or on it’s way.
Don’t you know that it’s worth every treasure on earth
To be young at heart.
For as rich as you are, it’s much better by far
To be young at heart.
And if you should survive to 105,
Look at all you’ll derive out of being alive!
And here is the best part, you have a head start
If you are among the very young at heart.

3  Somewhere in Time (distribuida en español como Pide al tiempo que vuelva)

https://elpais.com/cultura/2017/02/10/actualidad/1486740413_897381.html?ssm=FB_CC&fbclid=IwAR0q7ZeXEe5Nt5cNaDBXQt4iTRPcWB-O8a_HVjMKJb8oyTMfF-SwkiMjP-s

Y claro Wikipedia para corroborar datos

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