sábado 18 mayo 2024

Xóchitl Gálvez, el inesperado revulsivo en la carrera por el 2024

por Claudia Castello Rebollar

En el marco del proceso que lleva a cabo el Frente Amplio por México para seleccionar a la persona que será la encargada de hacerlo realidad, la senadora Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz ha sido un revulsivo dada su personalidad, historia y actuar político poco ortodoxo.

De familia indígena y origen humilde, originaria de Tepatepec, Hidalgo, tuvo que superar las mismas dificultades que enfrentan millones de mexicanas y mexicanos todos los días: violencia familiar, machismo, pobreza, marginación. Se vio en la necesidad de vender gelatinas en su pueblo natal para poder costear sus estudios y llegar a la universidad, pero como ella mismo lo cuenta, al llegar a ese nivel, el precario nivel educativo de las escuelas rurales le hizo aún mucho más difícil poder terminar la carrera.

Ingeniera en Computación por la Universidad Nacional Autónoma de México con especialidades en robótica, inteligencia artificial, edificios inteligentes y ahorro de energía, no tardó en levantar su propia empresa; en 1992 funda High Tech Services, dedicada al servicio de edificios inteligentes. Pero como indígena otomí no olvidó su origen y en 1995 crea la Fundación Porvenir, dedicada a apoyar a niños con desnutrición de zonas indígenas.

Fue hasta el año 2000, con la llegada de la alternancia en la presidencia de la república que Bertha Xóchitl entra al ámbito público, pues el entonces presidente Vicente Fox Quesada la invita a su gobierno después de haber sido identificada por los Cazadores de talento, de los que se sirvió el guanajuatense para encontrar a los perfiles más destacados en cada área de la administración pública.

Ella misma ha señalado en diversas entrevistas que cuando Fox la identifica, es porque ella ya había ganado premios y reconocimientos: en 1994 y 1995 recibió el premio a la “Empresaria del año”, en 1999 obtiene el “Reconocimiento al Compromiso con los Demás”, que otorga el Centro Mexicano para la filantropía, y en enero del año 2000, fue reconocida como uno de los 100 Líderes Globales del futuro del mundo, por el Foro Económico de Davos, en Suiza.

Como era de esperarse, sus maneras distaban por completo del comportamiento  serio y acartonado de la política tradicional, así, logra sobresalir en aquel gabinete,  fue Titular de la Comisión Nacional para el desarrollo de los Pueblos Indígenas de 2000 a 2003 y de 2003 al final del sexenio, siguió en la misma cartera, pero ya como directora general.

Sin embargo, a partir de ahí, su carrera política continuó en ascenso y en 2010 es Candidata a la gubernatura del estado de Hidalgo, postulada por los partidos políticos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Convergencia. Y pese a no ganar, hizo una exitosa campaña quedando muy cerca del candidato del PRI. En 2015 es electa como Jefa Delegacional de la actual alcaldía Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México y, en 2018, es elegida como senadora plurinominal por el PAN.

En el Senado siguió actuando de manera poco tradicional con lo cual ha logrado seguir llamando la atención. Pero hace unas semanas que su carrera toma un giro vertiginoso cuando al ganar un amparo para que el presidente de la república le diera derecho de réplica, se plantó a las puertas de Palacio Nacional exigiendo ser recibida y, ante la negativa, diciendo que la verdad, el ejecutivo “le tuvo miedo”. Antes de irse dijo que no desistirá de los tribunales, pues es falso que ella esté contra los programas sociales, como afirmó el presidente, sino que sólo dijo eran “insuficientes si no se acompañan con educación y generación de empleos”, ese es el meollo del litigio. 

Este encontronazo le dio notoriedad nacional y como ella misma lo cuenta, a pesar de que su aspiración era la candidatura por la Jefatura de gobierno de la Ciudad de México, despertó el interés de muchas personas que la impulsaron a buscar la presidencia de la república. De ahí su decisión de registrarse al proceso de selección de la persona responsable de la construcción del Frente Amplio por México y a pesar de en un inicio no figurar entre sus aspirantes, ahora aparece como una de las contendientes más populares.

En pocas semanas ha conseguido darle un nuevo matiz a este proceso inédito que realizan los partidos de oposición en conjunto con organizaciones de la sociedad civil, y ella se dice lista para conseguir el requisito de las 150 firmas. Incluso, Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz se siente tan fortalecida, que hace apenas unos días le respondió al presidente que la respetara pues iba a tener que “entregarle la banda presidencial”.

El perfil de Xóchitl Gálvez es interesante, pues atrae a sectores ciudadanos diversos, atrae a un sector del feminismo, a ecologistas, a juventudes, a cierta parte del empresariado, a ecologistas, y también podría ser una “bomba” que impacte en el mercado electoral de morena. 

Por estos días, también ha llamado la atención del partido Movimiento Ciudadano. Todo ello, trae muy alterado al inquilino de palacio nacional, ataca todos los días a Xóchitl desde su púlpito presidencial, huelga decir que estos actos representan violencia política en razón de género. 

No obstante, es de destacar que el proceso de selección de la oposición ha concitado gran interés público, arrebatándole el protagonismo a la agenda del presidente ya por dos semanas consecutivas,  ¿la razón? en el Frente Amplio por México se han abierto de manera genuina las puertas a la participación ciudadana con un proceso profesional y democrático, algo que dista mucho del dedazo presidencial y la simulación que traen en morena. 

Más allá de las preferencias que se tengan por una u otra de las personas que han solicitado su registro en el procedimiento de selección de la oposición, perfiles como el de la senadora enriquecen este proceso democrático sin precedente en la historia de nuestro país; bienvenida la participación y la competencia ciudadana.

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