La edad de la inocencia
La más tierna infancia es madre de la ingenuidad. Mi tío Javier fue uno de los primeros en hacérmelo notar. Aún recuerdo cuando platicaba con mi papá mientras mis dos
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La más tierna infancia es madre de la ingenuidad. Mi tío Javier fue uno de los primeros en hacérmelo notar. Aún recuerdo cuando platicaba con mi papá mientras mis dos
Para escribir el siguiente relato debo inventar nombres, trazar sus personalidades y situarlos en una línea de tiempo y lugar. Hablaremos de cuatro adolescentes, tres hombres y una mujer. El
El cielo es grisáceo de lluvia pertinaz en noviembre de 1973. Como todas las mañanas muy temprano Benjamín baja corriendo las escaleras del edificio para ir a entrenar a la
“Y vámonos muriendo todos que están enterrando gratis” Rosendo supo de inmediato que este viernes no era un día cualquiera. Lo supo al salir de la vecindad donde vive, a las
Mateo habitaba mi recuerdo. Alto, desgarbado. Dueño de una personalidad indomable. No se guiaba por estaciones del año ni husos horarios. Absorto, vestía mi cuerpo en óleos que más tarde
Ocurrió durante el aquelarre de iniciación. Una falla de cálculo en la pócima. El caldero pedía polvos de diente de leche, costra de rodilla y un pelo de daemon, que
Las vidas de Chavela y mi abuela se cruzaron varias veces. La primera en la Ciudad de México era 1936. Chavela, de diecisiete años con el cabello trenzado y su
“Fighting against our destiny would be a battle like the bunch of spikes that would resist the sickle”. Lord Byron Es difícil entender a qué se viene a esta vida.
“All those moments will be lost in time, like tears in rain. Time to die”. Blade Runner María levantó la cabeza con mansa lasitud. No reconoció aquel cuarto blanco impoluto.
Un mes después de que cerraran el bar donde trabajaba no tuvo más alternativa que regresar a casa. La noticia tampoco le hizo gracia a la esposa de su padre,
Para César y Charbel Me desperté alucinando, aún con algunos mareos del día anterior. Papá me despertó para desayunar; lo que fuera para quitar el dolor de cabeza, que
Era una máquina sexual. El clima y la hora le importaban poco, le bastaba que yo lo deseara. Presto a deslizarse entre mis piernas obedeciendo a las necesidades de mi
Por Nacer Wabeau I Era una pareja feliz, con la suerte de vivir en una de las ciudades más hermosas y visitadas del mundo. Pasaban poco tiempo juntos, aunque sabían
Tengo una alumna que colecciona aretes. Diario en sus redes sube el arete del día. En lo personal colecciono historias, y si bien no pienso dar cuenta de una diaria
Por Alberto Lara Castillo La memoria es una nebulosa en la que muchos recuerdos se apagan y algunos pocos se mantienen encendidos. Uno de mis recuerdos más nítidos es aquel
Cuento 1 Contar historias ha sido, desde que aprendimos a hablar, la herramienta más poderosa del hombre. No hay construcción, empresa, guerra o gobierno que no comience por ser una
Cuenta la leyenda que los dioses de palabras, poesía y otros prodigios bajaron a la Tierra cuando notaron que los hombres perdían la capacidad de hacer encantamientos; aún peor, caían
La miré con ansiedad, con los ojos bien abiertos y procuré la mejor de mis sonrisas. “¡Sonríe!” me aconsejaron, “porque una sonrisa provocará que ella te vea.” Yo no sé
Nunca supo bien cómo ni cuándo comenzó a enamorase de él. Años después, en la etapa de la universidad, lo pensaba en las tardes lluviosas en que su imagen la
Despertó asustado, como siempre lo hacía después de que había bebido en exceso. Miró el techo amarillento y un viejo ventilador con aspas de madera que revolvía el bochornoso calor