El agua de coco que la tarde del martes 5 de marzo bebió el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en un puesto instalado en la carretera Colima-Manzanillo, fue noticia de primer orden para gran parte de los medios
En febrero de 2006, invitado por el entonces presidente del PAN, Manuel Espino, para participar en una conferencia en la sede de ese instituto político, el expresidente de España, José María Aznar, expresó su deseo de que Felipe Calderón fuera
“No se van a privatizar ya los bienes del pueblo, de la nación. Aquí informo: No se va a privatizar el agua. Ese decreto que acaban de firmar para privatizar el agua, va para atrás. Porque no es una ley,
Los malos se vuelven buenos, los enemigos se vuelven aliados y lo inimaginable ocurre, todo sea por lograr la tajada más grande del gran pastel que se repartirá en el próximo proceso electoral. Para los que dudan, aquí algunos ejemplos
“¿Es en serio? La página oficial de @PresidenciaMX dice que el presidente ya no es @EPN sino “Enrique Iglesias” ¿Vamos por el camino correcto?”, pregunta Salvador García Soto en Twitter. Álvaro Delgado, reportero de Proceso, que un día le dijo
“¡Muchas felicidades a @LaydaSansores y @ClaraBrugadaM por sus nombramientos como coordinadoras en Álvaro Obregón e Iztapalapa! Dos mujeres valientes, dignas y de izquierda que enarbolan de manera ejemplar los principios y propósitos de Morena. #Venceremos”, dice un tuit publicado por
1. Atiende primero los reflectores y luego el discurso: decide el discurso para tener reflectores. 2. Comenta que Hugh Hefner fue un maldito millonario a costa de promover a la mujer como objeto. (Por favor, no le hablen de Hefner
