Los días corren y la cuenta regresiva para apagar las señales analógicas de televisión continúa. A pesar de las voces de especialistas, medios de comunicación y legisladores que piden aplazar la fecha del apagón, al día de hoy el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Secretaría de Comununicaciones y Transportes (SCT) no dan marcha atrás con un proceso que podría dejar sin acceso a la televisión abierta a más de siete millones de mexicanos.
Según estimaciones realizadas por la consultora Nielsen-Ibope, el apagón analógico podría dejar sin señal a siete millones 467 mil 169 personas de Guadalajara, Monterrey, Ciudad de México y de otras de las 22 ciudades más importantes del país.
No obstante, según cálculos del Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET) los afectados serían al menos 12 millones de mexicanos.
A través de un comunicado, el IDET explicó que tomó como referencia las cifras del IFT y de Ibope sobre el reciente apagón en Monterrey, para hacer un balance de cuántos mexicanos se quedarían sin acceso a la TV abierta a partir del primer segundo del 1 de enero de 2016.
Recordó que según el IFT, 10.3% de los hogares en Monterrey no cuentan con capacidades para recibir televisión digital, lo que corresponde a 120 mil 795 hogares o 472 mil 635 personas. Datos muy distintos a las métricas presentadas por Nielsen-Ibope, pues en su análisis del 14 de octubre detectó que 16% de los hogares no contaban con televisores digitales o decodificadores para recibir las señales digitales. Esto quiere decir que 645 mil 441 personas están fuera de la Transición Digital Terrestre (TDT), luego del cese de transmisiones analógicas del pasado 24 de septiembre.
Así, en un ejercicio de extrapolación de resultados de esa ciudad al ámbito nacional, el IDET concluyó que alrededor de 12 millones de mexicanos, precisamente el 10% de la población actual (121 millones), dejaría de recibir señal de televisión en sus hogares una vez concluya el año. Esto -subraya- en un ejercicio lineal, como si las condiciones socioeconómicas de Monterrey fueran iguales en el resto del país.
Con base en ello es preciso mencionar que Monterrey tiene un PIB per cápita comparable con algunos países europeos, con hábitos digitales muy avanzados, además de condiciones socioeconómicas que superan el promedio nacional, y pese a que fue la población de los niveles socieconómicos D y DE (los más bajos) los principalmente afectados, la situación es distinta para cada entidad.
En ese sentido, el IDET sostiene que “es previsible que ante la inequidad persistente en la distribución del ingreso, así como las disparidades en hábitos tecnológicos entre las diversas regiones del país, ese porcentaje podría llegar a ser el doble en e incluso mayor en estados de mucho menor grado de desarrollo como Tabasco, Chiapas, Guerrero y Oaxaca”.
Si bien la asociación reconoce que la TDT es un mandato constitucional, subraya que su “ineficiente instrumentación” afectará otros mandatos constitucionales como el del “derecho a la información, para aquellos hogares en los que la televisión constituye su principal, y en ocasiones hasta su único medio de acceso a estos contenidos”.
Es por esto que el IDET pide al gobierno federal reconsiderar la viabilidad de otras alternativas, pues aunque se debe cumplir con el marco legal también es necesario garantizar el derecho de acceso a la información.
Asimismo pide a los organismos públicos involucrados a reflexionar y velar por los intereses y necesidades de la población, especialmente de aquellos segmentos más desfavorecidos, para evitar afectaciones en sus capacidades de conectividad y privarlos de su principal canal de información y entretenimiento por hacer cumplir los tiempos del apagón analógico
ahea
