Variaciones para iluminar un jardín
para Laura Aguirre Daw Un trozo de noche oculto entre tus piernas, Oscura gerbera o tallo de alcatraz En busca de guarida. Caricia transformada en
para Laura Aguirre Daw Un trozo de noche oculto entre tus piernas, Oscura gerbera o tallo de alcatraz En busca de guarida. Caricia transformada en
En el libro yacen las respuestas que nunca obtendré, vidas que poco a poco se incorporan a la mía para hacer una amalgama en la
Quizás si mis poemas no se leyeran, mi gente seguiría aquí, si Icaria no existiera me seguirían comparando a mis ídolos e influencias y toda
Hoy desperté y el corazón se me inundó de nostalgias, de amigos que hace años que no veo, de los viajes que juraba serían eternos
El tiempo que pasé en el aire lo utilizo para volver a las tardes de sol y camino hacia los sitios en donde me desvanecí
En el techo solía haber una mancha, el tiempo y la humedad marchitaron el falso cielo que reposa sobre mis cabellos. Allí, un día, apareció
En este pequeño círculo yace la calma que la pólvora y los habitantes del bosque inglés arrancaron de mi pecho. Permanece comprimida, hasta que
Al ir hacia atrás la prontitud de aquello que quedó entre la arena vuelve hacia mi, he pasado tantas vidas lejos de un hogar vagabundo,
En la mediana menguante del horizonte la veo aparecer de nuevo, ella, que me ha visto caer derrotado en los mas azules mosaicos de una
Desando calles conocidas para reencontrar las partes de mi que había extraviado un siglo antes de la partida y es entre las luminarias que la
De las ciudades que pisé no queda mucho, cuando las vuelvo a visitar la memoria les otorga detalles distintos, gente que no estuvo, letreros de
Permanece un instante así, enredada entre las sábanas y mis brazos, con el cabello apenas alborotado, la piel empañada del rocío que creamos; aunque
Guillermina cuenta los días que le faltan para sus 15 años. Desde que tiene memoria se mira en un vestido rosa de olanes, rodeada de
En tu manto de terciopelo me pregunto si aún habito, si de nuestros andares aún queda el dejo de lo que nunca fuimos. Porque entre
En el horizonte busco una iglesia, pues ahora al verme al espejo no reconozco lo que allí aparece, un velo de neblina abunda en la
Transité tantos sitios que no puedo recordar ninguno; no sé donde viví, sospecho que mi casa yace en ruinas; no recuerdo los besos que di;
Transita ajeno a la condición de las máquinas, el felino cruza la calle a sus anchas y la máquina le espera, se detiene ante
Hoy es uno de esos días raros en que la casa huele a ti, tu alma se mezcla con el olor del café matutino, como
Estoy de nuevo recorriendo un cuerpo que no conozco, con relieves distintos al monte de Afrodita a los que mis manos estaban acostumbradas, los dedos
La recuerdo estática, como deslumbrada por fantasmas que solamente ella comprende. Fantasmas con los que le gusta estar a solas, porque son suyos, le pertenecen.