Según Andrés Manuel López Obrador, no necesitará legitimar su triunfo electoral encarcelando a ningún político o persiguiendo “corruptos”, pues ya quedó demostrado que eso no sirve de nada; subrayó que la venganza “no es lo suyo” y se concentrará en transformar el país.
Durante un mitin en Ciudad del Carmen, Campeche, el presidente electo aseguró que ya ha perdonado a quienes “le robaron” la Presidencia en las dos elecciones anteriores e insistió ante los presentes que es momento de mirar hacia adelante y hacer realidad los cambios profundos que necesita México, reporta Reforma.
“Me ofendieron en muchas ocasiones, nos robaron dos veces la Presidencia. A todos esos los perdono, porque yo no estoy pensando en lo que me hicieron hacia atrás, estoy pensando hacia adelante. En el gobierno de Salinas, entrando, metió a la cárcel a dos o tres y todo mundo a aplaudir, ¿y qué sucedió? Se dedicó a entregar los bienes del pueblo y de la nación a particulares extranjeros y ahí empezó toda esta debacle que ha llevado a la gran crisis de México”, apuntó.
Las expresiones de López Obrador se produjeron luego que entre un grupo de los asistentes a su asamblea, se escucharon gritos y consignas en contra del gobernador de Campeche, Alejandro Moreno. El futuro mandatario llamó a la unidad y la reconciliación, así como a dejar a un lado la politiquería. Apuntó que desde que ganó las elecciones no ha tenido enfrentamientos con nadie.
Sin embargo, a aludir nuevamente al Tren Maya, insistió que en que “ya chole” con las críticas y que éste seguirá adelante “les guste o no a la mafia del poder y a la prensa fifí”. Sostuvo que proyecto detonará la economía y el turismo del sureste de México y de ninguna manera representa una amenaza para la ecología; aun así, dijo, se va a fortalecer la zona con un amplio programa de reforestación.
Por último, confirmó el traslado de Pemex a Campeche, aunque aclaró que sólo el personal de confianza se mudaría, a fin de no afectar los derechos de los trabajadores de base
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