A tan solo cinco días de que tenga lugar la protesta nacional en defensa del voto y la democracia, cuyo evento central se realizará en el Zócalo capitalino, el presidente Andrés Manuel López Obrador insultó a quienes piensan acudir, con la evidente intención de hacer fracasar la concentración.
Este martes, dijo que quienes sean corruptos o vean bien el “régimen de corrupción” del pasado entonces deberán acudir al Zócalo el próximo domingo. Agregó que si están de acuerdo con eso es que son masoquistas, pero que están en su derecho.
“Nomás que lo sepa la gente que van a venir porque hay un grupo de intereses creados, de corruptos que quieren regresar al poder para seguir robando, que lo sepan para que no vengan aquí a decir: ‘es que nos importa la democracia, se afecta la democracia’”, dijo engañosamente.
Según él, los que convocan son los conservadores que se “agrupan” en contra de su gobierno y que a él le interesa que “la gente” que piensa acudir sepa que en realidad estarán apoyando a los corruptos que “quieren regresar al poder para seguir robando”.
“Entonces, es importante que la gente sepa a qué vienen y también, con todo el derecho, si ellos están convencidos de que estaba bien el régimen de corrupción, injusticia, privilegios, que vengan; si les gusta ese régimen están en su derecho, es una especie de masoquismo, pero no se puede evitar, somos libres”, dijo.
Se recordará que cosas semejantes dijo en vísperas de la marcha nacional del 13 de noviembre y que el éxito de la misma hizo que organizara aquella marcha autocelebratoria en la Ciudad de México el 27 del mismo mes, que llenó con acarreados de todo el país.
Durante varios días consecutivos el presidente ha descalificado la protesta, para la cual se han confirmado más de 70 ciudades en México y alrededor de diez en los Estados Unidos.
El eje de la protesta es la defensa del voto libre, amenazado por el llamado Plan B de la reforma electoral, que quita capacidad operativa y organizativa al INE, dejándolo sin elementos para organizar las elecciones de manera confiable.
Pero en varias ocasiones el presidente, con clara desesperación, ha dicho que los organizadores defienden a Genaro García Luna, al narcotráfico, a los saqueadores y a los corruptos. Según él, el voto no está en riesgo porque no se aprobó el Plan A, con lo que implícitamente acepta que la iniciativa original de reforma electoral sí estaba pensada para destruir al INE.
Con el Plan B no se desaparece al INE, pero sí se le deja mutilado, lo que llevaría a que el gobierno tomará el control de las elecciones: colocar casillas, armar padrones, contar voto y por supuesto, coaccionar el sufragio con la amenaza de quitar apoyos sociales.
“Ellos lo que quieren es que continúe el régimen en el que todos los intereses cuentan menos el del pueblo. Es el conservadurismo, quieren que no cambien las cosas, que se mantenga al status quo, lo que ya estaba establecido, nosotros lo que buscamos es una transformación. Por eso se agrupan todos y están convocando a esta manifestación del domingo”, dijo también.
Es importante señalar que las descalificaciones actuales no están teniendo ningún efecto en la convocatoria.
Se recordará que en noviembre, AMLO desafió a quienes marcharon del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución a “llenar el Zócalo”, como una mofa a lo que él consideraba falta de capacidad de convocatoria.
Ahora, que la invitación ha prendido en muy amplios sectores el presidente está claramente molesto y hace lo posible por desanimar la asistencia.
“Han hecho toda una campaña a la democracia, pero la marrullería de los conservadores es en el fondo agruparse y atacar al gobierno que represento. No les preocupa la democracia, lo que quieren es debilitarnos para que no avance la transformación y regresar por sus fueros para regresar, y seguir robando, y seguir siendo la clase política privilegiada”, dijo, implicando que ser opositor a su gobierno es algo moralmente inaceptable.
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