El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que es muy probable que a partir del próximo lunes inicie una gira por el país, porque, dijo, “necesitamos ir regresando poco a poco a la nueva normalidad, insisto, con cuidado”.
Sobre esos viajes dijo que se está evaluando. Ejemplificó con el caso de la Ciudad de México, la cual está en el pico pero ya “hay indicios de que ya vamos a empezar el descenso, aun con lo de ayer, que se acumularon desgraciadamente muchos fallecimientos. En el caso de la ciudad el reporte que tenemos es que hay una disminución en la ocupación de camas de hospitales y también de terapia intensiva, vamos bajando, pero tenemos que estar muy pendientes”.
Dijo que la evaluación para el reinicio de las giras será el jueves, y el viernes se presentará la propuesta para la etapa posterior a la llamada sana distancia. Pero, advirtió, “eso no significa que se va a abandonar la protección, el cuidado ante la pandemia” y resaltó que “la sana distancia es importantísima”.
Así, apenas terminada la etapa de sana distancia el próximo domingo, el mandatario saldría de viaje: anunció que iniciaría el martes en Cancún, el miércoles iría a Mérida y el jueves a Campeche, para dar sendos banderazos a tramos del Tren Maya. El viernes se dirigiría a Villahermosa y haría una visita a las obras de la refinería de Dos Bocas, y después a Coatzacoalcos.
El sábado iría a Cangrejera y a la refinería de Minatitlán, mientras que el domingo visitaría la vía del Tren del Istmo, de donde regresaría a la Ciudad de México. También dijo que a su regreso estará una semana en la capital del país y que después iría al norte.
Mencionó que sólo usaría avión para ir a Cancún ya que los médicos le recomiendan no usarlo mucho, por lo que después sería por carretera.
Advirtió que se va a cuidar que los asistentes a los actos sean muy pocos, “no más de 50 y cuidando la distancia”.
Asimismo, pidió a las personas a que “nos ayuden no asistiendo a los actos si no son invitados”. También solicitó que “se porten bien nuestros adversarios, que no vayan a ir a provocar para que nos echen la culpa de que no estamos respetando las medidas sanitarias”.
A la pregunta sobre si no era un mensaje contradictorio que se avanza hacia la nueva normalidad a partir del próximo lunes mientras el subsecretario Hugo López-Gatell dijo que la actual puede ser una epidemia larga, López Obrador contestó que “tenemos que seguir cuidándonos. Mientras no tengamos vacuna pues vamos a seguir padeciendo de contagio, no en la misma magnitud, eso esperamos, que se está sintiendo ahora. Pero sí tenemos que continuar con nuestras medidas de sanidad y cambiar en muchas cosas, ya vamos también a hablar de eso, o sea, la alimentación”.
López-Gatell había advertido que debemos prepararnos para una epidemia larga, cuyas curvas podrían llegar hasta septiembre.
Asimismo, ayer el subsecretario, a pregunta sobre cuidados que debe tomar el presidente en sus giras para evitar contagios, reconoció que “el presidente, desde el punto de vista biológico, es un ser humano como somos cualquier otro y tiene las mismas condiciones potenciales de ser afectado por Covid o por cualquier otra condición de salud de acuerdo a sus características individuales, que son materia de su persona y que las atienden sus médicos particulares que le atiende a él”. Ya no hubo mención de ninguna “fuerza moral”.
Para los eventos públicos dijo que se conservará “el aforo restringido de acuerdo a la magnitud del riesgo y obviamente él continuamente utiliza también en estos momentos alcohol gel, lavado de manos, etcétera, las medidas de precaución”.
Apenas ayer la Secretaría de Salud Pública informó que México llegó a 74 mil 560 casos confirmados de Covid-19 y 8 mil 134 decesos por la enfermedad, que son 3 mil 455 y 501 más que el día anterior.
Asimismo, la directora general de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa F. Etienne, advirtió que en México se espera un aumento continuo en el número de casos de Covid-19, por lo que considera que no es momento de flexibilizar restricciones.
