Mientras que la organización de defensa de derechos humanos Amnistía Internacional condenó el asesinato de la periodista Patrica Ramírez conocida como “Paty Bunbury”, la Fiscalía de Colima vinculó su atentado con el narcotráfico como principal línea de investigación.
Lo anterior, porque una hermana de la periodista estuvo relacionada con un hombre integrante de una célula criminal y por ese hecho, las autoridades del estado con más asesinatos del país, pusieron como primera línea de investigación el narcotráfico y no la labor periodística de la víctima.
El organismo internacional condenó el asesinato de Paty, quien recibió disparos mientras se encontraba en su negocio de comida. “Este hecho refleja la alarmante escalada de violencia contra la prensa”, dijo AI y exigió a la FGJC “esclarecer los hechos considerando su labor”.
Sin embargo, para las autoridades del estado el trabajo periodístico de la reportera, dedicada a la fuente de espectáculos, no es relevante, lo que configura una revictimización de acuerdo con los criterios internacionales para investigar asesinatos de periodistas.
“Exigimos a la fiscalía de Colima esclarecer los hechos considerando su labor. No podemos permitir que estos crímenes queden en la impunidad. #LaVerdadSeProtege”, exigió AI por medio de su cuenta de X.
En clara indiferencia a este llamado, la Fiscalía informó, en comunicado de prensa, que su principal línea de investigación tiene que ver con “el comercio de narcóticos de personas en el entorno personal de la víctima”, puesto que hace unos meses su hermana fue detenida en posesión de sustancias ilícitas junto con un hombre perteneciente a un grupo delictivo que posteriormente fue asesinado.
Paty Bunbury fue asesinada el miércoles 30 de octubre. Fue la segunda periodista asesinada del sexenio y la número 82 del régimen de la 4T.
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