Este jueves, el Senado de la República aprobó en lo general la nueva reforma educativa, con 97 votos a favor, 20 en contra y dos abstenciones, derogando así la anterior, aprobada en el 2012, a inicios del sexenio de Enrique Peña Nieto.
La derogación de la anterior reforma fue uno de los temas recurrentes en la campaña del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, y se convirtió en prioridad para las bancadas de su partido, Morena, en el Congreso de la Unión.
Curiosamente, a pesar que durante el sexenio pasado promovió la reforma que hoy se deroga, el PRI se alió con Morena, Movimiento Ciudadano, Partido Verde y Encuentro Social para sumar la mayoría que aprobó el dictamen. Únicamente el PAN votó en contra por considerar que, al eliminarse la evaluación vinculante para que los maestros sean admitidos en una plaza, se facilita la práctica de compra y venta de plazas.
Por su parte, .la senadora Beatriz Paredes dijo que con este dictamen “se renueva la alianza del Estado” con los maestros del país.
El morenista Rubén Rocha, presidente de la Comisión de Educación, sostuvo que la reforma aprobada hoy termina con la “evaluación punitiva” que la anterior hacía a los maestros, una de las principales quejas que sostuvo el SNTE.
Ayer miércoles, el dictamen fue aprobado en la Cámara de Diputados. También aquí el PAN se manifestó en contra, llegando incluso a abandonar la reunión.
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