Alfonso Durazo, uno de los hombres más cercanos al morenista Andrés Manuel López Obrador y presentado como el “próximo secretario de Seguridad Pública Federal”, aceptó haber comprado una propiedad en Sonora que fue reportada la víspera, pero no hizo la operación con el hijo del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, el ‘Señor de los Cielos’, sino con una persona de nombre Gabriel Mendoza Gutiérrez.
Entrevistado por Ciro Gómez Leyva, el también candidato de Morena al Senado por Sonora indicó que no tiene nada que ocultar y que la operación se realizó a través de una inmobiliaria a nombre de Gabriel Mendoza; dijo que desconoce “quién es Amado Carrillo Barragán”.
Mostrando un asombroso parecido con el argumento utilizado por Ricardo Anaya hace unas semanas, Durazo Montaño aseveró que “en todo caso el comprador no tiene la obligación de investigar al vendedor”, que la operación fue con dinero de procedencia lícita, que fue de buena fe y que la pagó con cheque certificado ante notario público.
Agregó que el notario que certificó la compra-venta de la propiedad es ahora contralor general del gobierno de Sonora encabezado, por Claudia Pavlovich; Durazo atribuyó el ataque a sus recientes críticas al gobierno del estado de Sonora, que calificó como el más corrupto del país.
De acuerdo con el despacho de El Financiero, la propiedad de lujo con vista al mar, ubicada en Bahía de Kino, Sonora, fue adquirida en febrero de 2012 a través de la ‘Inmobiliaria ‘Alta Sierra’, empresa de la cual Durazo Montaño se ostentó como administrador único y director general.
De acuerdo con datos asentados en la escritura, Gabriel Mendoza Gutiérrez se identificó como apoderado y representante legal para pleitos y cobranzas del vástago de Amado Carrillo Barragán.
Según la escritura pública 5904, Durazo Montaño pagó dos millones de pesos por la propiedad; el inmueble es un lote de terreno urbano, con una construcción que se localiza en una zona de lujo, en avenida Mar de Cortés, del Fraccionamiento Bahía de Kino, municipio de Hermosillo, Sonora.
Según los documentos, el predio tiene una superficie de 350 metros cuadrados y se encuentra debidamente registrado ante las autoridades, con clave catastral 360022090002 y registro público de la propiedad 203865. De acuerdo con la descripción de un avalúo realizado por el arquitecto Juan Gerardo Rojas Chang, que sirvió para la compra-venta del inmueble, al momento de la operación tenía una antigüedad de 18 años, se localizaba en una vialidad principal y cuenta con todos los servicios.
Registros oficiales revelan que la compra-venta de la propiedad se formalizó en la Notaría Pública número 4 de la ciudad de Hermosillo, cuyo titular, Miguel Ángel Murillo Aispuro, dio por cubiertos todos los requisitos presentados. De acuerdo con declaraciones del propio Carrillo Barragán, el inmueble fue adquirido a través de su padre, Amado Carrillo, y su madre Sonia Barragán, cuando él aún era menor de edad.
La escritura de aquella transacción data de noviembre de 1988, según consta en los documentos que el mismo Carrillo Barragán presentó para finiquitar la transacción inmobiliaria de 2012.
En la transacción, Carrillo Barragán, originario de Guadalajara, Jalisco, y actualmente de 32 años, y quien dijo ser comerciante, estuvo asesorado por Gabriel Mendoza Gutiérrez, su apoderado y representante legal para pleitos y cobranzas.
En ese tenor fue que se presentó con un poder público otorgado por Carrillo Barragán y firmado el 1 de febrero de 2012 ante el notario público número 43, Antonio Jaime Reynoso, de la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
La empresa de Durazo, ‘Inmobiliaria Alta Sierra’, no se creó exprofeso para esta transacción, sino que se había fundado desde 1994. Entonces los accionistas eran Pablo Humberto Durazo Montaño, Luis Carlos Valencia Samaniego, María Gabriela Chávez Murillo, Juventino Romero Buelna y María Irene Chávez Murillo.
Aunque en el acta constitutiva no aparece con acciones de la empresa, en asamblea general ordinaria de accionistas, celebrada el 6 de octubre de 2004, se designó a Durazo Montaño como administrador único y director general.
Dicho nombramiento quedó registrado ante el notario público 57, Jesús Manuel Ortiz, en Culiacán, Sinaloa. Ya como titular de la empresa, Durazo Montaño formalizó la adquisición de la casa de referencia de manos del manos del apoderado del hijo del Señor de los Cielos.
Durazo forma parte del equipo de Andrés Manuel López Obrador, quien en enero pasado anunció su inclusión en su gabinete en materia de seguridad, en caso de ganar la Presidencia. Nació el 11 de julio de 1954 en Bavispe, Sonora, y tiene dos licenciaturas, una en Derecho por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y otra en Ingeniería Civil por la UNAM.
Años atrás, en 2003, el suegro de Durazo, Jorge Julián Chávez Castro, fue ejecutado en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, donde fue coordinador General del Consejo de Seguridad Pública, y exprocurador de Justicia del estado.
En tanto, Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los Cielos, es sobrino de Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, fundador del Cártel de Guadalajara y uno de los primeros narcotraficantes de México. En la década de los 90, al frente del Cártel de Juárez, se posicionó por su habilidad para trasladar droga por aire y se le identificó como socio del colombiano Pablo Escobar.
Cuando estaba en lo alto de su carrera delictiva, el 4 de julio de 1997, se anunció de manera sorpresiva su muerte, ocurrida en un hospital de la Ciudad de México donde se sometía a una cirugía plástica para modificar su fisonomía.
Sobre su hijo Amado se tuvo noticias en agosto de 2015, cuando, gracias al amparo 637/2015 que promovió en un juzgado de la Ciudad de México, se supo de la posible intención de la PGR de detener al heredero del Señor de Los Cielos.
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