Debido a que la Inteligencia Artificial no puede replicar ciertas variantes de la voz humana, como el acento regional, las muletillas, las pausas o los énfasis emotivos, especialistas consideraron que el audio de Martí Batres es real.
En redes sociales circularon análisis diversos, algunos hechos con herramientas automatizadas, con resultados divergentes. Unos señalan que la voz es producto de la IA y otros no.
Al respecto, el especialista Carlos Piña, en entrevista con la sección El Sabueso, de Animal Político, dijo que el audio tiene 95% de probabilidad de ser una voz humana. Ello, según los resultados de la herramienta AI Voice Detector.
Previamente a esta declaración, Piña lanzó un tuit en el que señalaba este resultado y compartió una imagen con los resultados. Según Piña, la IA no puede replicar tonos, expresiones, muletillas y acentos regionales, ya que la voz generada, si bien replica el timbre de la voz imitada es completamente átona.
Ahora, según Animal Político, los resultados “no fueron concluyentes”. “Analizamos 5 partes diferentes del audio viral. Sin embargo, el resultado de probabilidad de que el audio haya sido grabado con IA o con voz natural no coincide en ninguno de esos fragmentos”.
Es decir, que los resultados varían de acuerdo con el fragmento analizado. Según Piña, que revisó el audio completo, sin tomarlo por fragmentos, la posibilidad de que sea voz natural supera el 90%.
La nota de AP cita también el parecer de Rodolfo Cáliz, que dijo que tras una escucha simple da la impresión de ser real, como las pausas, las muletillas y la respiración, así como el acento de los hablantes de la Ciudad de México, que es algo que la IA no puede desarrollar.
El análisis de AP, firmado por Samedi Aguirre y Regina López Puerta, recoge algunos puntos que los especialistas recomiendan observar para saber si un audio es real o generado por IA.
Hay que fijarse si la calidad es buena, si la voz suena natural (como entonaciones o respiración), comparar el audio con grabaciones donde se tenga la certeza que habla la persona y comparar sus costumbres de habla. Además, revisar si lo que se dice es consistente con lo que la persona suele decir y los temas que suele abordar.
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