De los 12.6 millones de hogares que recibirían televisores digitales del gobierno federal para no verse afectados por el apagón analógico, 2.9 fueron descartados sin que exista una razón oficial para eliminarlas de la lista de entrega. Con ellas, más de cinco millones de familias se verían afectadas por el proceso.
De acuerdo a una investigación de El Universal, esas 2.9 millones de familias fueron descartadas por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) al no poder localizarlas, por cambio de domicilio, por el fallecimiento de los beneficiarios, además de que muchas viven en zonas donde no llega la televisión abierta; aunque no hay un documento oficial donde se pueda corroborar esta información.
Al respecto, Javier Lizárraga, coordinador del proyecto de la Transición Digital Terrestre (TDT), precisó que de las familias descartadas, 900 mil fueron descartadas por no contar con señal de TV y el resto fue eliminada por Sedesol, con criterios no especificados que se limitan a la no localización de los beneficiarios.
No obstante, el 30 de enero de este año el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, anunció que se reduciría el número de beneficiarios debido a los recortes presupuestales y la política de austeridad, aunque tampoco se precisó con qué criterios pasaron de 12.6 millones establecidos a mediados del 2014, cuando empezó la entrega, a 9.7 millones para el cierre de este proceso, de familias de escasos recursos que se verían afectadas.
Esto quiere decir que, pese a la información que difunden las diferentes instancias gubernamentales, la TDT sí afectará a las personas de más escasos recursos quienes, a partir del 31 de diciembre, se quedarán sin televisión.
El director de la consultora The Competitive Intelligence, Ernesto Piedras, dijo que uno de los principales problemas que enfrenta el apagón es que si en ciudades como Monterrey (con un PIB per cápita arriba de la media nacional y hábitos de consumo digital avanzados) 14.3% de la población se quedó sin señal, peores resultados se pueden obtener en estados como Chiapas, donde el 76% de la población vive en pobreza y donde sólo se han entregado tres televisiones.
Gonzalo Rojón, de la misma firma consultada, estimó que “si agarramos los 31.4 millones de hogares en México y le restamos los 9.7 que recibirán televisor y otros 16.7 que tienen televisión de paga, nos quedan más o menos cinco millones de hogares que pueden quedar sin señal”.
Al respecto, el gobierno federal ha mostrado un estoicismo a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), quienes aseguran que es el único programa de este tipo implementado en el mundo y que la entrega de televisiones es suficiente, pese a que ni siquiera están cumpliendo con el número de televisiones promedio que deben entregar al día para llegar a la meta.
“Siempre la pregunta es, y por qué no se lo dieron a la clase media, por qué no se lo dieron a los de menos cinco salarios mínimos… Estamos haciendo lo que dispuso la ley. Y esto también implica un tema de recursos. Entonces se está apoyando a la población más vulnerable, a la de menores ingresos, para que transiten a la televisión digital”, dijo Vanesa Rubio, subsecretaria de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional de Sedesol.
El retraso del apagón analógico ha sido descartado por legisladores, la SCT y el IFT, pese a los errores registrados en Nuevo León, la denuncia de las televisoras públicas y a la entrega de aparatos que no cumple con el promedio calculado.
mahy
