Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador insistió en que negar registro como candidatos a Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón es un atentado contra la democracia y hasta imaginó una encuesta telefónica para validarlos, Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, aclaró que “un demócrata es quien juega conforme a las reglas”.

En su conferencia de prensa de este miércoles, López Obrador dijo que, de continuar la cancelación del registro de sus correligionarios, “estaríamos ante un hecho inédito, nunca se ha llevado una cosa así. Si estamos dando los primeros pasos para establecer una auténtica democracia ¿y vamos a golpear así a la democracia? No es exagerado lo que dije, es un atentado a la democracia”.

Volvió a acusar a conservadores que, según él, han sido “violadores de la Constitución” y “aplaudidores de fraudes electorales” que ahora se han convertido en “los paladines de la democracia”.

Expresó su esperanza en que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) resuelva “bien” en este caso, “y respetar ya esa instancia, lo que decidan”.

Sin embargo, después de recordar anécdotas de su desafuero, y para sustituir las instancias garantes de la legalidad, propuso “el método democrático”: “Puede que no nos guste un personaje, hombre o mujer, pero no pueden fabricarse delitos, no puede haber venganza y siempre el mejor método, cuando hay un conflicto, es el método democrático”.

Entonces, sobre el asunto deben decidir “no las personas, no los notables, sino el pueblo, los ciudadanos”. Acerca de la decisión del INE afirmó que  “es excesivo el aplicar una sanción así, es una expresión de fobia y totalmente antidemocrática, pero hay que esperar a lo que resuelva el tribunal”.

Pero el presidente imaginó un mecanismo para evadir  la ley y a las autoridades encargadas de aplicarla: una encuesta telefónica (sic).

Así lo explicó López Obrador: “Sería muy sencillo, ahora que hay sistemas de estos, de teléfono ¿cómo se llama? Los call center.  Que hoy y mañana el tribunal, con una empresa especializada, hiciera una encuesta en Guerrero y le preguntara a todos, a todos: ‘¿Quieres que participe este candidato o no? ¿Se le da la oportunidad de participar? ¿Se le acepta el registro o no?’. Y hacer lo mismo en Michoacán, y estoy seguro que la gente va a decir: ‘Que participe’, aun los que no van a votar por ellos porque no se debe de descalificar. En la democracia es el pueblo el que tiene la última palabra siempre, pero bueno, ya no hablemos de eso, porque…”.

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EL CAMINO DE LA LEY

Más tarde, Lorenzo Córdova, durante la firma de un convenio de colaboración del INE con la Confederación Patronal de la República Mexicana, reivindicó al sistema jurídico electoral y contestó a lo dicho por López Obrador con un llamado a respetar las reglas y a explicarle que el árbitro electoral no se confrontará con actores políticos.

A quienes están en desacuerdo con la resolución del INE sobre los casos de Salgado Macedonio y Morón les dijo: “Allí está el camino de la ley. Lo han anunciado, y qué bueno, que vayan al Tribunal Electoral. Eso lo puede hacer cualquier ciudadano. Venturosamente tenemos un sistema jurídico electoral en el cual todas las decisiones del INE se pueden impugnar, y en todo caso será el Tribunal el que las convalidará, como ocurre con la gran mayoría de las decisiones, o el que en todo caso las modificará. Ese es un diseño venturoso”.

Añadió que “el diseño democrático es que se sigan los cauces y las rutas institucionales, para eso están: para que las diferencias, legítimas, sin duda, se puedan procesar conforme a los cauces legales”. Y remató con una frase contundente: “Un demócrata juega conforme a las reglas”.

“La mejor manera para garantizar que las reglas del juego se cumplan y evitar actos ilegales que las violen, es que las y los ciudadanos nos convirtamos en defensores del sistema democrático, y eso pasa por tener una tolerancia cero (que es la única que se vale en democracia) contra la violación a las reglas”, dijo más adelante Córdova.

Cuestionado sobre las declaraciones del presidente, Córdova se negó a confrontarse con los actores políticos debido a su papel de árbitro: “Hay quien quisiera que el INE entrara en confrontación con algún actor político. El INE no entra en confrontación con ningún actor político porque el INE es el árbitro. Así está colocado, por el diseño institucional (…) Es un acto de elemental racionalidad y de comprensión del diseño legal electoral. El INE, al ser el árbitro de la contienda, está llamado a estar por encima de las disputas, y la contienda política se da entre los partidos y los candidatos (…) A veces parecería que hay quien está más empeñado en jugar el juego contra el árbitro (…) Lo que va a hacer el árbitro, porque sí le toca, es vigilar la contienda. Así que el árbitro no va a caer en la provocación que algunos están tratando de construir, ni confrontarse con ningún actor político”.

Aclaró que cuando habla de “actor político se refiere a candidatos, precandidatos, aspirantes, dirigentes partidistas y funcionarios de cualquier nivel”. E insistió en la explicación que le dio a Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación: “El árbitro tiene que ser discreto y neutral, pero no puede ser indolente ni permisivo frente a las faltas y violaciones a las reglas del juego. Frente a estas tiene que ser puntual y estricto en la aplicación de la ley”.

A diferencia de López Obrador, quien para tratar la democracia en México habló del desafuero y de los supuestos fraudes electorales de los que, según él, ha sido víctima, y de que apenas estamos dando los primeros pasos para una auténtica democracia, Córdova se refirió a la democracia como una obra colectiva, no de un solo hombre, que ha llevado más de tres décadas.

“La democracia es una construcción colectiva, es producto de las luchas del pueblo de México en su pluralidad, en su diversidad, en su heterogeneidad política e ideológica. El pueblo de México emprendió una lucha de varias generaciones a lo largo de 30 años para construir este sistema democrático (perfectible, sin dudas) que le ha permitido a todas las fuerzas políticas participar en condiciones de equidad y, eventualmente, ganar las elecciones. Es una construcción colectiva: no es obra de un solo hombre ni de un solo partido político ni de una sola ideología”.

En ese sentido llamó a defenderla colectivamente porque “si no la cuidamos todos, la democracia se nos puede ir entre las manos”.