Después someterse a un ritual de “limpia” y recibir el bastón de bando de las comunidades indígenas, el presidente Andrés Manuel López Obrador, pronunció un discurso en el que reiteró su máxima de “no robar, no mentir y no traicionar al pueblo de México” y dijo que con su gobierno inicia una era de “modernidad forjada desde abajo”.
Señaló que después de la purificación a la investidura presidencial por parte de los pueblos indígenas de México, es momento de “purificar la vida pública de México” y ese será el objetivo central su administración. Aseguró que los pueblos indígenas tendrán prioridad en todos los programas sociales y políticas públicas que se pondrán en marcha durante su gobierno. Subrayó que es una vergüenza la opresión, el clasismo y la pobreza en que viven.
En su extensa alocución, el titular del Ejecutivo Federal enumeró una vez más, uno a uno, todos sus compromisos de campaña y los programas prioritarios de su administración, entre los que destacó el otorgamiento de becas para estudiantes de todos los niveles escolares, adultos mayores y personas con discapacidad de escasos recursos económicos; insistió en que todos estos programas no son un gasto, sino una inversión y una cuestión de humanidad y de justicia social.
López Obrador lanzó un mensaje a quienes llamó sus adversarios, que cuestionan todos sus proyectos y se preguntan de dónde va a salir el dinero para cumplir con todas sus metas; insistió es que sólo bastará con aplicar la “fórmula” de acabar con la corrupción y aplicar un plan de austeridad republicana, que incluye la reducción drástica de gastos en el gobierno y la compactación de dependencias.
Adelantó que todos los días, “le hablará al pueblo de México” para informar sobre la marcha de su administración y los fines de semana, recorrerá diferentes puntos del país, para seguir recogiendo los sentimientos de la gente y constatando el avance de los diferentes programas. Se dijo convencido de que el pueblo, por naturaleza es bueno y más aún, dijo, si hay un buen ejemplo desde el gobierno. En este sentido, apuntó, vamos todos a portarnos bien. Añadió que se puede lograr mucho más creando conciencia que con medidas coercitivas.
Expuso que ya se puso en marcha el plan de amnistía para todos los presos políticos y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero ya se está ocupando de los procesos correspondientes para cumplir con este objetivo. Además, anotó, ya no se va a perseguir ni a encarcelar a nadie por razones políticas.
Aseguró que en su gobierno está garantizada la libertad de expresión y el derecho a disentir; nunca el gobierno aplicará a ningún periodista ni a medio de comunicación censura alguna; sostuvo que no habrá más casos como el de José Gutiérrez Vivó o Carmen Aristegui, ni tampoco periodistas asesinados.
También, abundó que se respetará la libertad sindical y señaló que aunque desde algunas organizaciones le han pedido “línea”, el Presidente de la República no intervendrá en la vida de los sindicatos, aunque sí se les “recomendará” que haya democracia y las decisiones se tomen de manera libre y por voto directo de los trabajadores.
A manera de colofón, el mandatario expuso que se va a promover no sólo el bienestar material, sino el bienestar del alma, el amor al prójimo y la hermandad. Se dijo respetuoso de todas las creencias y los librepensadores, sin embargo insistió en su convocatoria de la Constitución Moral. Asimismo, destacó el rescate de la Memoria Histórica de México, para no olvidar de dónde venimos.
Anunció la restauración de la obligación de rendir personalmente el Informe de Gobierno ante el Congreso de la Unión y no sólo entregarlo por escrito. Después, añadió, hará lo propio ante el pueblo de México en Zócalo.
No me dejen solo, porque sin ustedes no valgo nada, yo ya no me pertenezco soy de ustedes También, lo digo respetuosamente, sin ustedes, los conservadores, me avasallaría fácilmente, pero ustedes me van a hacer lo que el viento a Juárez…Estamos viviendo un momento estelar, estamos construyendo entre todos, la felicidad del pueblo”, concluyo.
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