El abogado de los padres de Ayotzinapa, Vidulfo Rosales, aseguró que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador fracasó en su promesa de encontrar a laos 43 normalistas secuestrados y asesinados y que ese fracaso se explica por su afán de encubrir al Ejército.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva, en donde estuvieron presentes dos familiares de los normalistas, el abogado afirmó que en cierto momento del sexenio hubo avances, pero cuando se tocó al Ejército la investigación se vino abajo.
Sobre la carta difundida ayer en la conferencia mañanera del presidente, Rosales dijo que ahí “no hay nada”, no se informa nada, sino únicamente se sostiene la narrativa surgida a partir de 2023 y lo mismo ocurre con el informe final.
“Lo que vemos ahí es esta narrativa del presidente que viene desde el 2023 y para nosotros es un pretexto del fracaso que tuvo en esta investigación, de no poder avanzar, pero también de una intención deliberada de encubrir al Ejército, porque para nosotros, cuando se llegó a investigar al Ejército ahí el caso vino en declive”.
El informe trae graves omisiones, pues “no hace un balance de cuántas líneas de investigación hay hoy en día, cuáles son los avances que presenta cada una de estas, cuáles fueron los obstáculos que se encontraron y que por eso no se puede saber el paradero y qué es lo que falta, de tal manera que hoy en día la ciudadanía no puede saber en dónde estamos parados en este momento respecto al caso Ayotzinapa”, puntualizó.
Agregó que a pesar de que el gobierno tiene un testigo importante, Gildardo López “el Gil”, no ha hecho caso de las declaraciones que apuntan al Ejército, sino que ha determinado selectivamente que testimonios del criminal tomar en cuenta.
“Gildardo López da una declaración muy importante, da a conocer como está integrado el árbol delictivo de Guerreros Unidos y sus complicidades. Da cuenta de todas las autoridades implicadas con Guerreros Unidos en el negocio de la droga en Iguala. Incluso implica de manera muy complicada al Ejército mexicano, habla de reuniones, lo que ya se vendría a corroborar con los chats de Chicago”.
Afirmó que de acuerdo con este testimonio “el 27 Batallón está sumamente implicado, hay una complicidad muy estrecha con Guerreros Unidos. Lo que dice “el Gil” viene a ser corroborado con los expedientes de Chicago, pero además él es el único testigo que señala directamente al Ejército de haberse llevado a jóvenes al 27 Batallón de Infantería”.
Dijo que al inicio del actual gobierno, AMLO dio muchas esperanzas a los padres y madres.
“Yo vi a las madres bajar del templete llorando cuando las abrazó Andrés Manuel López Obrador. Parecía que alguien por primera vez los escuchaba y ahora mira donde estamos, de nueva cuenta el sufrimiento de las madres y padres de sentirse ellos engañados, de sentir que no se cumplió con la palabra”.
Refirió que se dio un distanciamiento y finalmente una ruptura con AMLO por la insistencia del presidente de defender al Ejército.
“El presidente dice siempre que no hay prueba contra el Ejército y eso ha sido siempre motivo de las tensiones que hemos tenido. Pero nosotros señalamos bueno, “el Gil” está diciendo que un grupo importante de jóvenes fueron llevados allá. Y créanmelo, esa investigación no ha merecido la más mínima investigación… alrededor de ese testimonio no se ha hecho una sola diligencia para corroborar si es verdad o no”, reprochó.
En este sentido, aseguró que Alejandro Encinas logró buenos avances en la investigación, pero cuando señaló al Ejército el entonces encargado de la investigación fue fuertemente presionado para retractarse de sus hallazgos.
Rosales dijo que Encinas “tenía mucha autoridad y eso le permitió empujar el caso y llegar a la curva más alta. Lo vimos en la reunión del 18 de agosto de 2022. Para nosotros ahí fue el quiebre, cuando se presentaron las órdenes contra los 20 militares. Incluso Encinas empezó a ser cuestionado y vino el declive.
Sobre la marcha convocada para este jueves en la Ciudad de México dijo que espera que la autoridad deje llegar al contingente hasta el Zócalo. Recordó que en el primer año de la 4T hasta las llaves de la ciudad les entregaron y ahora les cierran el paso.
Esto, en referencia a las vallas de concreto y de metal que se pusieron para bloquear el acceso al Zócalo y alrededor de Palacio Nacional.
Y advirtió que quieren manifestarse de manera pacífica, sin confrontaciones, pero que tienen la fuerza y capacidad humana para retirar todas esas vallas.
Ayer, el presidente negó que el Ejército lo hubiera engañado en el tema, porque “no me estoy chupando el dedo, está muy difícil que me tomen el pelo” y que el Ejército siempre lo ha obedecido.
“Dicen los del Pro que no me hace caso el Ejército, que manda el Ejército y que aunque tenga buenas intenciones no puedo obligarlos a que digan la verdad. Yo soy un hombre de principios, independientemente de que soy comandante de las Fuerzas Armadas, lo he hecho hasta por escrito, dando instrucciones y órdenes, no me estoy chupando el dedo, está muy difícil que me tomen el pelo”.
Y volvió con la cantaleta de que los “poderes extranjeros” quieren debilitar a las Fuerzas Armadas mexicanas. También afirmó que “el Gil” no ha querido cooperar por completo.
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