Hoy, después de que han sido dados a conocer los resultados de la consulta sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), el valor del peso ha caído.
Por la mañana, el dólar se cotizó en 19.639 pesos, frente a los 19.354 del pasado viernes. Poco después llegó a los 19.785, lo que significa una caída de 2.23%. Esto indica que se revirtieron las ganancias acumuladas en el año, mientras que en octubre se llegaba a un retroceso de 5.8%. Una parte de esto se debe a factores externos, pero también por las inquietudes generadas por el futuro de la nueva central aérea.
Durante la madrugada de hoy el peso llegó a depreciarse hasta las 19.7418 unidades, su nivel más débil desde el 3 de julio.
Anoche, el equipo del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, informó los resultados de la consulta sobre el NAIM: Santa Lucía obtuvo 69.95%, mientras que el 29% fue para Texcoco.
Los analistas del mercado de cambios esperaban un tipo de cambio volátil tras el anuncio de los resultados de la consulta. En un primer pronóstico varios consideraron que el peso podría alcanzar cotizaciones de hasta 19.7 unidades por dólar.
Posteriormente, el tipo de cambio marcaba una cotización de 19.97 unidades por dólar, es decir, una pérdida de valor de 2.81%, respecto al viernes.
Sin embargo, durante conferencia de prensa López Obrador confirmó la cancelación del proyecto de Texcoco y que se iniciará la construcción de dos pistas en Santa Lucía, así como el reacondicionamiento del actual aeropuerto y el de Toluca.
Mientras se realizaba la conferencia de prensa, el dólar subió hasta las 20.04 unidades.
Sin embargo, López Obrador dijo que no era “significante” y que se puede deber a factores externos y no a la decisión de cancelar el aeropuerto de Texcoco.
Asimismo, criticó la presión que se recibió con la amenaza de un golpe en los mercados por la decisión: “Imagínense al Estado mexicano supeditado a mercados financieros. ¿Quién manda? ¿No es el pueblo? ¿No son los ciudadanos? Ese es el cambio. Se acabó el predominio de una minoría y la vinculación de poder económico y poder político”.
La semana pasada, el próximo mandatario dijo que si se cancelaba el proyecto de Texcoco, el gobierno respaldaría los contratos asignados y las inversiones realizadas en bonos emitidos para financiar la obra.
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