En sus conferencias de prensa, la presidenta Claudia Sheinbaum continúa con la línea propagandística de su antecesor: así, sigue con la exigencia a España de perdones por asuntos históricos y ahora hasta con la presunta escritura de un libro.
Como marcó Andrés Manuel López Obrador, hay que recurrir a la pérdida de tiempo para llenar las conferencias de prensa presidenciales. Así, ahora Sheinbaum insistió en el tema de la disculpa que, según ella y el tabasqueño, le debe España a los indígenas del país.
Así, unos de los principales temas de la conferencia de este viernes, al que incluso Sheinbaum le dedicó más tiempo que a los enfrentamientos violentos en Tabasco ocurridos el jueves, fue el anteriormente llamado “Día de la Raza”, del que dijo que ahora le llaman “Día de la Hispanidad”, con una intención: que España ofrezca una disculpa pública. Como incentivo para esto, también puso a su equipo e invirtió recursos públicos en hacer un video de perdones y disculpas.
Y así fue como se proyectó un video en el que se alega que Japón, Alemania, Italia, Estados Unidos, Países Bajos, Francia, Bélgica el Reino Unido, el Vaticano, Portugal, Argentina, Australia, Chile, Noruega, Nueva Zelanda, El Salvador y hasta México han pedido disculpas y perdones a otro países y hasta, en algunos casos, a sus propios pueblos originarios.
A eso dedicó Sheinbaum (quien, por cierto, hasta donde pudo se resistió a ofrecer disculpas a las víctimas y familiares del derrumbe del Colegio Rébsamen por el sismo de 2017) una buena parte de su conferencia de prensa.
Sobre el tema, hace apenas unos días el abogado Óscar Cruz Barney publicó un artículo en Nexos sobre México y España a propósito del affaire de la exclusión de Felipe VI de la invitación a la toma de posesión de Sheinbaum. Del análisis histórico presentado, recuerda un par de actos al respecto: primero, en enero de 1990 el entonces rey de España, Juan Carlos I, ante representantes de etnias indígenas, lamentó los abusos cometidos durante la conquista por encomenderos y funcionarios que desobedecieron las normas protectoras de los indígenas.
Segundo, en el Tratado Santa María-Calatrava, firmado en 1836 entre México y España, no solamente se reconoció que la República Mexicana era una nación libre, soberana e independiente. Como acuerdo de amistad, ambos gobiernos establecieron que habría total olvido de lo pasado: “Olvidar para siempre las pasadas diferencias y disensiones, por las cuales desgraciadamente han estado tanto tiempo interrumpidas las relaciones de amistad y buena armonía entre ambos pueblos, aunque llamados naturalmente a mirarse como hermanos por sus antiguos vínculos de unión, de identidad de origen y de recíprocos intereses”, dice el documento citado por Cruz Barney.
Pero de ello no saben ni Sheinbaum ni su equipo, por lo que se puede dar por descontado que seguirán con la misma cantaleta que les enseñó López Obrador para gastar el tiempo de su conferencia de prensa.
Además, al igual que el tabasqueño, en medio de un país muy castigado por la violencia, Sheinbaum también tiene tiempo para dedicarse a escribir libros. Cuestionada sobre el libro que mencionó que estaba escribiendo sobre la transición de gobierno, respondió que está en ello.
“Ahí voy; voy como en una tercera parte de la descripción, qué ocurrió durante esta transición histórica, y espero poderlo terminar a fin de año, espero”, dijo la presidenta.
