De manera contraria a lo postulado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, José Ramón López Beltrán lleva una vida ostentosa: en los años recientes ha habitado casas de cientos de miles de dólares en las que dispone de muchos lujos. Supuestamente, el político tabasqueño repudia los lujos y se pronuncia por una vida modesta y por la austeridad.
Pese a que una de las principales banderas del presidente López Obrador es la austeridad (la otra es la lucha contra la corrupción), por el que se ha manifestado por llevar una vida modesta en la que el dinero no sea lo fundamental, su vástago no ha mostrado haber recibido esa enseñanza.
Cuando menos desde 2019 López Beltrán ha habitado un par de casonas, una con un valor superior al millón de dólares y otra de cuando menos 370 mil. Además, circula en una camioneta Mercedes Benz con un costo de millón y medio de pesos. Todo ello a nombre de su pareja.
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En el reportaje titulado “La lujosa vida del hijo de AMLO”, de Raúl Olmos, Verónica Ayala y Mario Gutiérrez Vega, realizado por Latinus y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, se señala que entre 2019 y 2020 el hijo del presidente habitó una casona de 447 metros cuadrados de construcción en un terreno de 2 mil 500 metros. La casa tiene acabados en piedra y madera. Cuenta con cuatro habitaciones, cuatro baños completos, tres estacionamientos, sala de doble altura remata con un candelabro, cocina, bar, salón de juego y hasta una pequeña sala de cine, además de alberca climatizada de 23 metros de largo.
El sitio está en la zona privada más exclusiva del fraccionamiento Jacobs Reserve, cerca de Houston, Texas, donde las residencias tienen un valor comercial superior al millón de dólares. La casona pertenece a Keith Schilling, un directivo de Baker Hughes, compañía petrolera que tiene contratos por más de 151 millones de dólares con Pemex, y que actualmente vende compresores y turbinas para la refinería de Dos Bocas.
La investigación periodística también detalla que la casa que actualmente ocupa López Beltrán fue concluida apenas en 2021, y se encuentra en la localidad de Cypress, en el condado de Harris, también cercano a Houston.
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El nuevo hogar del vástago del presidente es de dos pisos, con cinco recámaras y cinco baños completos, sobre un terreno de unos mil metros cuadrados. Su avalúo catastral es de 371 mil dólares, pero el valor estimado de una propiedad en la zona va desde los 628 mil hasta 948 mil.
Asimismo, López Beltrán usa una camioneta Mercedes Benz con un valor de millón y medio de pesos y adquirida en 2019 en una agencia de vehículos de lujo.
En la privilegiada vida que lleva López Beltrán tiene una papel muy destacado su pareja, Carolyn Adams Solano a nombre de quien están los registros: ella aparece como quien habitó la primera casona, y como propietaria de la segunda. Además, es la dueña de la camioneta en las que se traslada López Beltrán.
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Ella presumía en redes sociales las residencias y su vida al lado del hijo del presidente de la República.
El trabajo de Latinus y MCCI informa que Adams Solano ha trabajado en empresas vinculadas con la industria petrolera, que estuvo en las rondas de la reforma energética durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, e incluso en sus redes sociales celebró que Shell fuera la compañía ganadora de una zona de explotación petrolera.
El reportaje termina con un video en el que López Beltrán, sonriente, dice: “¿Qué, güey? ¿Yo también soy junior de la 4T, o qué?”. Esas imágenes circularon en febrero de 2020.
En mayo de 2020, en una de sus conferencias de prensa, el presidente López Obrador dijo: “No al derroche; es un cambio en la forma de vida, en general. No al dispendio, no al lujo; que lo que tengamos se use para lo indispensable, para lo básico. ¿Qué decía Díaz Mirón, gran poeta? Decía: ‘Nadie tiene derecho a lo superfluo, mientras no se tenga para lo indispensable’”.
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Continuó: “Y, repito, aplica en todo. México era de los países que más consumía artículos de lujo en el mundo, habiendo tanta pobreza, una monstruosa desigualdad económica y social, de los países más consumistas de artículos de lujo”. Y ejemplificó: “Si se puede tener un vehículo modesto para el traslado, ¿por qué el lujo?”.
Su propio hijo le ha dado un mentís a López Obrador.
Cabe recordar que deslices en los que diversos políticos mostraban algún lujo han sido castigados por López Obrador, como ocurrió, por ejemplo, con César Yáñez y Santiago Nieto Castillo.
