Mientras buena parte de Tabasco está inundada, arrecia la disputa entre el gobernador Adán Augusto López Hernández y el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz. El primero acusó al segundo de “irresponsabilidad y negligencia criminal”, mientras que el funcionario federal dijo que la demanda de aquél le da risa.
Apenas el 4 de noviembre el gobernador anunció que demandaría a la CFE por la inundación en varios municipios del estado para que indemnizara a los afectados. Señaló que “con esa insensibilidad e irresponsabilidad INUNDARON Nacajuca, Jalpa y Cunduacan y vamos a presentar las denuncias y demandas para que la CFE indemnice a los tabasqueños que resultaron damnificados y repare la infraestructura dañada o destruída”.
Después de una reunión en Palacio Nacional, cuestionado por los periodistas hoy Bartlett Díaz reviró a las acusaciones de López Hernández y dijo que él y la CFE no tienen ninguna responsabilidad, y que “hay gente que anda buscando a ver a quién le echa la culpa de sus torpezas. Es todo lo que voy a decir”.
Preguntado sobre la demanda que anunció el gobernador de Tabasco, Bartlett Díaz contestó: “A mí esa demanda me da risa”.
Posteriormente, vía su cuenta de Twitter, López Hernández, contrarreplicó que se trata de cinismo del funcionario federal: “Vaya cinismo para esconder la irresponsabilidad de @ManuelBartlett y de los funcionarios de la Cfe; primero Bartlett confiesa que cometieron un error de cálculo en la operación de la presa Peñitas y por ello se inundaron Nacajuca, Jalpa y Cunduacan que por si no lo sabe son 3 de los 17 Municipios de Tabasco”.
Sobre la declaración de Bartlett de que la demanda le da risa, el gobernador le advirtió que “ya habrá oportunidad de hablar en los tribunales” y que confía en las autoridades judiciales del país, donde “el cambio es a profundidad”.
Volvió a denunciar a Bartlett, y dijo que él y sus burócratas “desfogaron la presa Peñitas a más de 1500m3/seg. y con ello inundaron criminalmente la planicie tabasqueña. Señor Bartlett eso no se llama torpeza, se llama irresponsabilidad y negligencia criminal”.
Y cerró al recordar un viejo adagio de abogados: “A confesión de parte relevo de prueba”.
