En las peticiones de consulta popular para juzgar a expresidentes se incluyeron firmas de personas fallecidas, que no están enteradas de que firmaron el documento y registros repetidos, entre otras irregularidades, según la revisión realizada por la Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores (RFE), informó el Instituto Nacional Electoral (INE).
Fueron presentadas un par de solicitudes de consulta para someter a un juicio a los anteriores presidentes de la República, una por Yeidckol Polevnsky Gurwitz, exdirigente nacional de Morena, y otra por Norma Ariadna Sánchez Bahena y Manuel Vázquez Arellano.
La segunda fue la más grande, ya que presentó 2 millones 538 mil 48 apoyos, de los que fueron validados 2 millones 116 mil 837; es decir, en 421 mil 211 casos (16.6 por ciento) fueron detectadas irregularidades. Entre estas se encontraron 5 mil 530 bajas por defunción (es decir, hasta muertos respaldaron la petición), 276 mil 677 de personas que no fueron encontradas en la lista nominal y 120 mil 902 registros repetidos, además de bajas por otras razones: cancelación de trámites, pérdida de vigencia y suspensión de derechos políticos. Pese a ello, sí cumple con el número de apoyos requerido.
En el caso de esta solicitud el INE también buscó entrevistar a una muestra de 850 personas, de las que 253 (29.7 por ciento) no fueron encontradas en su domicilio y 597 respondieron; 480 ratificaron su apoyo y 117 (19.6 por ciento) negaron haberlo dado.
La solicitud de Polevnsky Gurwicz apenas presentó 69 mil 254 firmas, de las que fueron validadas 55 mil 930 en la lista nominal, es decir, 13 mil 324 (19.2 por ciento) tuvieron irregularidades, entre ellas 194 muertos. En este caso, aun en el caso de que todas hubieran sido validadas quedó muy lejos del mínimo requerido.
El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, dijo que para ese ejercicio de verificación se le dieron todas las facilidades a los promotores de la consulta para que observaran que se reslizaba de forma correcta.
Respecto a las irregularidades halladas en los apoyos a la solicitud de consulta popular, el consejero Ciro Murayama condenó el uso de datos de personas fallecidas desde 1999: “Eso debe señalarse como una práctica abominable a la democracia: suplantar personas, y más aún personas fallecidas. Y también se suplanta a personas que no tienen su credencial vigente, incluso algunos que han sido suspendidos de sus derechos políticos, están sentenciados, y pues no, por lo mismo no acudieron a las mesas a dar sus firmas”.
Agregó: “Parte del descrédito de la política se alimenta de cuando no hay deslindes ante prácticas corruptas y falsear nombres es una práctica corrupta porque afecta la bien intencionada solicitud de consulta popular”.
