A contracorriente del discurso militarizador, que ha sido defendido por sucesivos gobiernos desde el sexenio de Felipe Calderón y se ha profundizado en el actual, el crecimiento de militares en las calles se acompaña de un incremento en homicidios dolosos.
De acuerdo con datos recuperados por el portal Animal Político, entre 2006 y 2021 se incrementó a más del doble el número de elementos de las Fuerzas Armadas involucrados en tareas de seguridad pública. En el mismo lapso, el número de homicidios dolosos casi se triplicó.
Si bien esta correspondencia no indica que los militares tengan responsabilidad en los homicidios, sí señala que el uso de militares para contener la violencia es una estrategia que no funciona.
Esta tendencia ya se observó desde el inicio de la llamada “Guerra contra el Narco” emprendida por Felipe Calderón, lo cual fue señalado y criticado por quienes ahora se encuentran en el poder.
Sin embargo, el actual grupo gobernante no solo no regresó el Ejército a sus cuarteles, sino que aumentó el número de los que trabajan en seguridad pública, creó la Guardia Nacional y la militarizó y dio un poder inédito a las Fuerzas Armadas.
Al tiempo, ha registrado los números más altos de homicidios, al grado que este se considera el sexenio más violento de la historia.
Según los referidos datos, entre 2006 y 2021 el número de elementos del Ejército en las calles pasó de 37 mil 253 a 90 mil 023, más del 141%.
Y los homicidios se han incrementado 241%, al pasar de 10 mil 452 en el año 2006 a 35 mil 625 en el año 2021.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha querido justificar estas cifras al decir que su gobierno partió de “muy arriba” en la curva por el desastre que le dejaron otros gobiernos.
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