En México la tasa de letalidad por Covid-19 es superior al promedio mundial: mientras en nuestro país es de 7.5 por ciento, a nivel global es de 6.3. Además, en nuestro país es más alto el promedio de fallecidos con menos de 60 años que en varios países, probablemente debido a diabetes.
La letalidad es la proporción de personas que padecen de una enfermedad y mueren por ella.
Según informó ayer la Secretaría de Salud durante su conferencia de prensa, el número confirmado de casos por Covid-19 ya es de 5 mil 399, y ha habido 406 personas fallecidas por esa enfermedad. Por tanto, el índice de letalidad es de 7.5 por ciento.
En el país, hay varios estados con índices superiores: por ejemplo, en Chihuahua es de 23 por ciento; Durango, 20; Morelos, 17; Michoacán, 16.4; Nayarit, 16; Hidalgo, 15.6; Sinaloa, 13; Quintana Roo, 10.2 y Tabasco, 9.7.
La secretaría también mostró los datos de la enfermedad en el mundo: había un millón 844 mil 863 casos confirmados y una tasa de letalidad global de 6.3 por ciento.
Por otra parte, ayer Francisco Báez Rodríguez publicó un artículo en La Crónica de Hoy, en el que resalta que en México, a diferencia de otros países, 56 por ciento de los fallecidos tiene menos de 60 años. Según sus datos, en China ese porcentaje fue del 20 por ciento, mientras que en Italia y en España rozó apenas 5 por ciento.
El autor señala que hay una razón principal por la que esa cifra es mayor en México: la diabetes, muchas veces acompañada por la obesidad.
Al respecto, comenta: “Si vemos las patologías preexistentes entre los fallecidos de los países europeos reseñados, encontraremos en primerísimo lugar la hipertensión, que duplica o triplica como factor de comorbilidad a la diabetes y es siete veces mayor que la obesidad. En México, en cambio, hipertensión, diabetes y obesidad se dan un quién vive”.
Añade: “Es el principal factor para explicar por qué los cincuentones mexicanos con coronavirus tienen tasas de mortalidad similares a las de sesentones o setentones en otras partes. Y la obesidad, a menudo asociada, contribuye a debilitar al cuerpo ante cualquier enfermedad”.
Sobre ese problema de salud pública, agrega: “Se sabe que el genoma de los mexicanos hace que sean, en términos generales, propensos a la diabetes. Pero ese genoma era el mismo hace tres décadas. El problema se ha recrudecido debido al deterioro en los hábitos alimenticios de la población, el alto consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas, que son detonantes tanto de la obesidad como de la diabetes. Éstas son epidemias paralelas a la que nos desvela y a muchos nos mantiene en casa”.
También anoche en los datos de la Secretaría de Salud ofreció los datos de las comorbilidades asociadas a la defunción por Covid-19, que son los siguientes: hipertensión, 43.35 por ciento; diabetes, 37.68, y obesidad 34.24.
