El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que no se confrontará con los rectores de universidades e instituciones de educación superior que han mostrado alguna inconformidad con la propuesta del Presupuesto de Egresos de la Federación para el próximo año y confió en poder resolver el diferendo por medio del diálogo.
En su conferencia de prensa matutina, el mandatario consideró que las inquietudes de los rectores, se deben a que no están bien informados respecto a la redistribución que su gobierno está haciendo del presupuesto con motivo de la política de austeridad que se está aplicando y sobre la que no hay vuelta atrás. Sugirió que incluso en el ámbito de las instituciones educativas, también se debe poner fin a los privilegios y los salarios onerosos.
Cuestionado sobre la marcha que se está organizando para protestar por el recorte a las universidades, dijo que será respetuoso del derecho a disentir y de la libre manifestación, sin embargo, insistió en que su gobierno no quitará recursos a la educación y aludió nuevamente al tema de las becas, al cual se le está destinando un monto nunca antes visto. Sostuvo que en su momento se les explicará a los rectores los detalles la “reasignación” presupuestaria para que vean que no tienen de qué preocuparse.
Por otra parte, López Obrador dio a conocer que “se rayó” cobrando su primera quincena como presidente, la cual ascendió a 76 mil 159 pesos porque se calculó con base en la normatividad anterior a la Ley Federal de Remuneraciones para Servidores Públicos; pero en cumplimiento de su promesa de austeridad y de fijarse un sueldo de 108 mil pesos, decidió devolver a la Tesorería un total de 22 mil 313, para que el monto final quedara en 53 mil 846.
Tras “invitar” a los miembros de su gabinete a hacer lo mismo, el titular del Ejecutivo arremetió contra el gobierno anterior que estaba “ensimismado” y era “bueno para nada”, mientras derrochaba el presupuesto de los mexicanos. Abundó que en las administraciones pasadas, los gobernantes eran facilitadores del saqueo y hacían creer que el pagar sueldos elevados a los funcionarios los hacía eficientes y es lógico que ahora que está acabando con todo eso, haya resistencias.
López Obrador celebró que en el Poder Legislativo se esté haciendo un importante esfuerzo de austeridad y dijo esperar en que el ejemplo permee en otras esferas del servicio público como los órganos autónomos. En este sentido, aludió al INE y lo calificó como el organizador de elecciones más caro del mundo. “¿En serio es tan complicado organizar elecciones limpias y libres?”, cuestionó.
Según el presidente, es bueno ventilar todas estas cosas para que dejar en claro que el cambio de régimen va en serio, aun cuando en la prensa fifí ya se empiece a hablar de “la cuarta simulación”. Sin embargo, después se disculpó y dijo que procurará ya no repetir la expresión. “Sólo que de vez en cuando denme esa licencia”, bromeó.
arg
