La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) expresó ayer que los hechos ocurridos en el Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila son lamentables, además de que señaló que esto es producto del “contexto de guerra” en que vive el país.
Según manifestó el presidente de esa organización, Juan Martín Pérez, lo ocurrido la mañana de ayer no fue “un hecho mágico” ni tampoco ocurrió porque el pequeño estuviera influido por algún videojuego (como manifestó el gobernador del estado), sino que es el resultado de la violencia que se ha vivido desde 2006, cuando el entonces presidente Felipe Calderón le declaró la guerra al narcotráfico.
Pero no todo quedó allí, estimó Pérez, sino que el gobierno de Enrique Peña Nieto continuó esa estrategia y “ahora, en esta administración se reforzó incluso con una Guardia Nacional”.
En esa dirección, dijo: “En esta cultura de guerra y militarización que tenemos en el país, este pequeño de 11 años reproduce social y culturalmente esta dinámica de violencia armada. Claramente el mensaje que se tiene en el entorno es que las cosas se resuelven a través de la fuerza”.
De esa forma, añadió Pérez, “la víctima de un contexto violento se convirtió en victimario”.
También convocó a trabajar con Estados Unidos para inhibir el tráfico de armamento: “Que este pequeño tuviera acceso a armas pequeñas y ligeras, pero al final letales, nos habla de esta cantidad impresionante que, podemos mencionar, circulan por millones, ya sea porque las familias buscan protegerse en este entorno de violencia o porque están dentro del crimen organizado”.
Apenas el pasado 6 de enero la Redim había informado que en el país mueren al día 3.6 niñas, niños y adolescentes debido a la violencia, mientras que entre 30 y 35 mil menores de edad son reclutados de manera forzada por el crimen organizado.
