Hasta septiembre de 2019, el equipo de beisbol Olmecas de Tabasco recibió del gobierno del Estado 44.4 millones de pesos, más del doble de lo que se destinó a la Comisión local de Derechos Humanos y el Instituto Tabasqueño de Transparencia, que recibieron 18 y 20 millones de pesos respectivamente.
Esta cantidad también duplica los 19 millones que la franquicia deportiva recibió en cada uno de los últimos tres años del sexenio de Arturo Núñez Jiménez, que en toda su administración otorgó 159.7 millones de pesos del erario, según se desprende de los datos de las cuentas públicas estatales. Este monto representa el 30.5% del total del presupuesto que destinó al Instituto del Deporte de Tabasco (INDETAB), que asciende 522.4 millones de pesos.
Debido a los malos resultados que el equipo ha tenido en sus 26 años de existencia, el gobierno que encabeza Adán Augusto López, había resuelto retirarle el subsidio económico y destinar el dinero a programas sociales, sin embargo, cambió de parecer después de que durante una visita a la entidad, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador le sugiriera seguir apoyando a la escuadra.
De acuerdo con información recabada por Proceso, de 2013 a 2018 los Olmecas de Tabasco produjeron ingresos por venta de bienes y servicios por un monto de 92.9 millones de pesos, y en contraste reportaron pérdidas por 76.2 millones de pesos, ya que únicamente en 2017 cerraron con ganancias por 4.1 millones.
Asimismo, en tres de los seis años de gobierno de Arturo Núñez, los Olmecas se ubicaron entre la primera y tercera peor cifra de espectadores en promedio por partido, terminando el 2017 como la más baja de toda la Liga Mexicana de Beisbol con mil 437 aficionados.
Desde 1999, que recibe dinero público para subsistir, los Olmecas de Tabasco han estado en riesgo de desaparecer; a la fecha acumulan pérdidas por 339.5 millones de pesos.
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