Gil leyó los resultados de la prueba PCR de Covid: no detectado. No hay ni ómicrón ni delta en el cuerpo de Gilga, esa es la buena noticia; la mala, que persisten las molestias. Mientras tragaba saliva, Gamés cavilaba en una de las noticias que apareció en su periódico La Razón en un despacho de Reuters: “Durante 2021, México vio salir 257 mil 601 millones de pesos (12 mil 628 millones de dólares). En 2020, según cifras del Banco de México, salieron 257 mil 237 millones de pesos”. Los que saben de estas cosas atribuyen esta fuga de capitales a la inflación, a la nueva ola de covid y a la falta de certidumbre. Se trata de la mayor fuga de fondos desde que empezaron los registros en el año de 1991. El crecimiento para el año 2022 fue ajustado (ah, al fin una voz pasiva) a la baja: 1.5%. Mientras los amigos economistas de Gamés le explican este tenebroso escenario, Gilga no puede sino preocuparse. Gil no podría alarmar a nadie pues no sabe de estos temas, pero a la misma hora oscura, el Citi venderá Banamex y pondrá así fin a una unión de 20 años con el banco mexicano. La venta incluye también, informa su periódico El Financiero, la Afore, la infraestructura y los inmuebles históricos.
La sombra de la memoria persigue a Gamés: inflación, fuga de capitales, corrida contra el peso, devaluación. Gilga no quiere decir que esto vaya a ocurrir, pero se acuerda de ese tiempo funesto de México que ocuparon los años de 1976 a 1982 y más. Echeverría, López Portillo y desde luego De La Madrid. Una larga crisis en la cual todos aprendimos a sangre y fuego.
Una simple tos
Un grito desgarrador hizo añicos el silencio del amplísimo estudio: Ay, mis hijos, el pasado los condena. Cuando el eco de ese grito cesó, Gil pasó a otras noticias negras. Gamés lo leyó en su periódico MILENIO en una nota de Blanca Valadez y Rafael López: “El contagio con la variante ómicron tomó fuerza y algunos sistemas de salud comenzaron a saturarse, entre ellos 10 de 56 hospitales de la capital y el INER”. México rompió un nuevo récord de contagios diarios por covid: 44 mil 187 infecciones en un día. Las autoridades sanitarias han recomendado no hacerse pruebas. Esto le parece a Gilga como la avestruz que esconde la cabeza. La Ciudad de México registró 33 mil casos covid en el inicio del año. Pero oiga usted esto: “La orientación general es: si tengo tos, fiebre, escurrimiento nasal, no es necesario que me vaya a hacer una prueba, hay que aislarse, llamar a Locatel, si así lo consideran y esperar siete días y ya después salir”.
El subsecretario insólito, Hugo López-Gatell dijo que “no hay que crear pánico” y recomendó no correr “por pruebas ante una simple tos”, de ninguna manera, cuando usted sienta que la garganta se le cae a pedazos, considere con toda calma hacerse una prueba, pero no se recomienda. “Veníamos ya de bajada y súbitamente comienza un ascenso rápido de casos, con multiplicación muy acelerada, es lo que ha pasado en otros países”.
Circunstancia biológica
Liópez-Gatell, ¿o cómo era?: “afortunadamente, y esto es una circunstancia de la biología de esta variante, tiene menor proporción de daño a pulmones”. El subsecretario indómito señaló esto: “en lugar de correr a un quiosco a hacerse la prueba, hay que evitar aglomeraciones y serenarse”. El Presidente, por cierto, se hizo la prueba, además se aisló en Palacio y se toma él mismo la temperatura y observa en el oxímetro la saturacion de oxígeno. La circunstancia de la biología dejó muy pensativo a Gilga, López-Gatell afirmó toda esta zarandaja el peor día de contagios. En cierto sentido, el subsecretario y sus admiradores, que no son pocos, son geniales, se rifan durísimo: 33 mil 626 casos. Gamés sigue meditando en la frase del subsecretario: “que no se vacune a alguien de bajo riesgo en vez de alto riesgo”. Es decir, ¿solo se vacunará a los de alto riesgo? Gil ya no entiende nada de nada. Mejor aquí le paramos por esta día. Estamos fritos, en serio.
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