Más claro, ni el atole. El Presidente de la República no sabía del operativo militar que se iniciaba en Culiacán mientras él preparaba la maleta para ir a Oaxaca. El secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, tampoco sabía nada; en el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, menos, ni en cuenta. Ninguno de los que asisten a las madrugadoras reuniones de seguridad sabían que ese día infausto arrestarían a Ovidio Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán.
No se lo tomen a mal a Gil, pero si la cosa es así, mejor duerman un rato más, se despiertan un poco más despejados de sus mentes y se ponen a trabajar.
Gil no quisiera insinuar que el Presidente miente, pero el Presidente miente. ¿No se sabía en la Presidencia de la República del operativo que ocurriría ese día en unas cuantas horas? Mon Dieu! Imaginemos un breve diálogo: Alfonso, ¿qué vas a hacer hoy? Nada en especial, Presidente, voy a Culiacán porque tenemos allá un encargo de Estados Unidos. Muy bien: no dejes de comerte un aguachile de camarón, y ver unas entradas del partido de beis que va a estar de rechupete. Y usted, ¿Presidente? Voy a Oaxaca, de hecho se me hace tarde y no voy a documentar para no perder tiempo. Es un vuelo rápido y voy en la fila 23 C. Hasta luego, Presidente.
O sea, Alfonso Durazo miente. Quienes no mienten son los miembros lastimados y ofendidos de las fuerzas armadas a quienes los llevan a bailar con las más feas. Todos a cantar “La Mentira”, de Álvaro Carrillo, en voz de Pepe Jara, el Trovador Solitario: “pues llevamos en el alma cicatrices, imposibles, de borrar”.
O nadie sabía nada o todos sabían todo, Gilga se inclina por la segunda opción. Y como los presidentes no renuncian así nomás, ni los secretarios de la Defensa, Alfonso Durazo debería ya inscribirse en unas clases de macramé para ocupar su tiempo libre. Es que de veras.
No existo
Sigamos con Álvaro Carrillo. Una nota de Rafael Montes de su periódico MILENIO informa que “el presidente Andrés Manuel L(i)ópez Obrador aseguró que él no tiene nada que ver en los asuntos internos de Morena porque tiene ‘otra encomienda’”.
“Cuando vienen a informarme lo que está pasando en Morena inmediatamente yo digo que no tengo nada que ver, no me importa, no me interesa, tengo otra encomienda; ayuden ustedes a que se resuelvan las cosas sin el gobierno”.
A ver, a ver, alguien acaba de decir una mentirijilla. ¿Nada?: ¿no le importa su partido al Presidente? Yedicol, o como os llaméis, ¿cómo va la onda? ¿Hablaste con Bertha? ¿Y Delgado ya está en campaña? Si se portan mal, les doy sus coscorrones, nosotros no somos así, nos quiere la escoba y el recogedor. Política grado cero, o grado mil, como ustedes digan y manden.
Más información: http://bit.ly/2JiKY60
