Diversos pareceres de empresarios, legisladores y especialistas financieros coinciden en que la reconstrucción de Acapulco y otras zonas devastadas por Otis costará más de 300 mil millones de pesos, cinco veces más de lo que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador dijo que destinará a la reconstrucción.
Los diputados morenistas del grupo “marcelista”, afín a Marcelo Ebrard, representados por Carol Antonio Altamirano, dieron esta estimación. Una semejante fue hecha por el presidente de la Coparmex, José Medina Mora.
Igual parecer externó el especialista inmobiliario Pedro Azcué, CEO de JLL México, en declaraciones al diario El Universal. Lo que se necesita, dijo “es el equivalente a una refinería”.
En este sentido, cabe recordar la estimación hecha por Latinus la noche del miércoles en el espacio de noticias de Carlos Loret de Mola, que señaló que el monto que AMLO propuso destinar es cinco veces menor al que ha gastado en la refinería Dos Bocas y ocho veces menor al que ha gastado en el Tren Maya.
Según Azcué, la reconstrucción de los departamentos de la zona más exclusiva de Acapulco, la zona Diamante, costará alrededor de 10 mil pesos por metro cuadrado. Hay que sumar 18 mil cuartos de hotel dañados y 200 mil viviendas de la zona turística, cada una a diez mil dólares. Recuperar las embarcaciones perdidas, esenciales para la oferta turística del puerto, suman cientos de miles de dólares más.
Es importante señalar que la reconstrucción de viviendas de lujo y hoteles es indispensable para que Acapulco vuelva a ser un destino turístico. Sin el turismo, no hay medios de vida para la mayoría de la población.
A todo lo anterior, dijo Azcué, hay que añadir el costo de reconstruir tiendas, hospitales y bodegas. “Es una situación devastadora” y el dinero necesario “es el equivalente a una refinería”.
Dijo que dadas las difíciles circunstancias que se viven para la limpieza y reparación de lo más básico, Acapulco no estará funcionando como destino turístico hasta dentro de un año, por lo menos.
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