Tal como lo hizo su antecesor, Javier Jiménez Espriú, el actual secretario de secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis Díaz Leal, criticó la participación del Ejército en funciones que tradicionalmente han pertenecido a dicha dependencia. “A lo mejor me corren por eso”, dijo, pero criticó que los ingenieros civiles estén siendo desplazados por militares.
Durante un evento por los 130 años de la SCT, Arganis Díaz declaró que son los ingenieros civiles quienes deben “guiar el camino” de la dependencia, responsable de la creación de la infraestructura del país. Pero deploró que en el presente estos profesionales han sido sustituidos por los ingenieros militares, que “están de moda”.
“En lo personal, considero muy importante que seamos los profesionales de la ingeniería civil quienes la dirijan y tengan en sus manos la responsabilidad de guiar su camino. Así lo he dicho y así lo considero, a lo mejor me corren por eso, porque ahora están de moda los ingenieros militares”.
Dijo que su presencia como secretario ha recuperado a la SCT para la ingeniería civil, al menos por corto tiempo.
Arganis es el segundo secretario de Comunicaciones del sexenio. Jiménez Espriú renunció por fuertes diferencias con el presidente Andrés Manuel López Obrador. En particular, por la decisión del mandatario de entregar el control de las aduanas y puertos comerciales al Ejército, es decir, se le retiró a la SCT el control de la Marina Mercante.
Además, la SCT no participa ni en la construcción del Tren Maya, la Refinería Dos Bocas ni en el Aeropuerto Felipe Ángeles, las tres principales obras del actual gobierno. Las tres están en manos de las Fuerzas Armadas y no sólo eso: el presidente ha entregado íntegramente el Tren Maya al Ejército, para que sea esta institución la que cobre las ganancias que pueda generar.
En julio del año pasado, Jiménez Espriú renunció a la secretaría de Estado por medio de una carta en la que expresó a AMLO su mi diferendo por su decisión de política pública, de trasladar al ámbito militar de la Secretaría de Marina, las funciones eminentemente civiles de los Puertos, de la Marina Mercante y de la formación de marinos mercantes, que ha estado a cargo de la SCT desde 1970″.
“Lamento profundamente no haber tenido éxito en transmitirle mi convicción y mi preocupación, sobre la grave trascendencia que tiene esta medida para el presente y el futuro de México, tanto en lo económico como lo político”, agregó Espriú.
Tras la noticia, el presidente López Obrador dijo que aceptó la renuncia y admitió que la misma se debió a dicho diferendo “que sólo se da entre hombres libres y con criterio, acerca de la operación de los puertos”.
Según el mandatario, que la Marina se haga cargo de los puertos era necesario para combatir la violencia y la inseguridad.
Ahora, que el actual titular de la SCT muestra también su desacuerdo con el inédito dominio que las Fuerzas Armadas están cobrando en la construcción de las obras públicas, es posible que surjan fricciones con el presidente.
