La Secretaría de Salud federal declara inexistente la información sobre compra de medicamentos, contratos, farmacéuticas, países de donde provienen, transportes, salarios y perfiles de los trabajadores de la megafarmacia, informó El Universal.
Este miércoles ese diario publicó la nota “Megaopacidad, lo más surtido en la Megafarmacia”, de Enrique Gómez, en la que se da cuenta de la respuesta del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador a una solicitud de información sobre diversos aspectos del funcionamiento de la farmaciotota oficial, pomposamente nombrada Centro Federal de Almacenamiento y Distribución de Insumos para la Salud.
El Universal cuestionó a la Secretaría de Salud federal sobre diversos aspectos importantes del funcionamiento de la farmaciotota, entre los que estuvieron los siguientes: el monto de la inversión en medicamentos, contratos para su adquisición, empresas vinculadas con esas transacciones, países de las que provienen, cifra de los vehículos aéreos y terrestres para hacer llegar los medicamentos a los pacientes en un máximo de 48 horas, número de empleados, su salario y perfil profesional.
La respuesta de la autoridad sanitaria federal fue contundente: esa información es inexistente en sus archivos.
El periódico reproduce la parte clave de la respuesta ofrecida por David Franco Vega, el subdirector administrativo de Finanzas y Enlace de Transparencia de la Secretaría de Salud: “Sobre el particular, le informo que esta Unidad Administrativa Oficinas Directas del Secretario, después de realizar una búsqueda exhaustiva en los archivos físicos y electrónicos, determinó que no cuenta con la información antes descrita, por lo que se declara inexistente. Al no existir elementos que permitan suponer que la información solicitada obra en los archivos de esta Unidad Administrativa, se declara inexistente”.
Asimismo, por la presentación de alguna información sobre la farmaciotota en las conferencias de prensa del tabasqueño, el diario también la solicitó a la Presidencia de la República, la que se declaró incompetente para atender la solicitud, aunque refirió que las dependencias encargadas de brindarla, los sujetos obligados, son la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Este es otro episodio de la carencia de transparencia de la megafarmacia del tabasqueño, la que, además de por ineficiente, también es notoria por su opacidad. Así, con anterioridad había señalado sobre la solicitud de información sobre la adquisición del almacén y sus características, datos que Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex) reservó por considerar que es una instalación estratégica y, por lo tanto, alegó razones de seguridad nacional.
Sobre información que sí dio Birmex está la de que apenas el 14 de febrero pasado acudieron a conocer el funcionamiento de la farmaciotota de López Obrador representantes de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica, la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica, la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos, la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos y la Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos para la Salud.
Cabe preguntarse si esa reunión no se debió hacer mucho antes de la entrada en funcionamiento de la farmaciotota para acordar formas de trabajar en común por la salud de los mexicanos con la industria mexicana.
