El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador se dijo contento por el nombramiento de Rosario Piedra Ibarra como nueva titular de la Comisión Nacional del Derechos Humanos (CNDH); según dijo, con esta designación este organismo ya no será “alcahuete del régimen”.
“Se trata de una mujer que padece por la desaparición de su hermano, hija de doña Rosario Ibarra de Piedra, fundadora de Eureka, de las mujeres que en circunstancias muy difíciles empezaron a buscar a sus hijos desaparecidos, auténticas defensoras de derechos humanos. Esto abre la posibilidad de que la Comisión de Derechos Humanos deje de ser una pantalla, un organismo alcahuete del régimen y se profundice en las investigaciones y se acabe con la impunidad, y se le dé una respuesta a los familiares de las víctimas. Entonces, sí estoy contento con esta decisión”, manifestó.
Minimizó los cuestionamientos al procedimiento y señaló que es normal que “los conservadores” se opongan, porque estaban acostumbrados a que en la Comisión a “puro experto” que aunque tuvieran muchos estudios, sólo estaban ahí para cobrar bien, mientras encubrían las cosas y no se castigaba a nadie.
“Es normal que los conservadores no quieran que esto suceda, ellos quisieran tener ahí a gente disciplinada, a modo, como ha sucedido en todo el periodo neoliberal, como sucedió en todo el periodo neoliberal. Puro especialista, experto, doctores graduados en universidades famosas de México y del extranjero, que se distinguían por cobrar bastante por su especialidad, profesionalismo, pues tenían que recibir muy buenos sueldos; pero al mismo tiempo siempre guardaban un silencio cómplice, encubrían, nada se sabía, a nadie se castigaba”, fustigó.
López Obrador admitió que hay una cercanía de Piedra Ibarra con Morena y con él, sin embargo negó eso implique que su nombramiento sea una simulación; desde su perspectiva, al ser ella y él personas con principios y autoridad moral, la gente puede tener la certeza de que nunca dejarían pasar una violación a los derechos humanos.
“Si se llegara a pensar -que creo que sí, sobre todo por los conservadores- de que ella va a procurar no afectar al gobierno actual, pues nosotros por principios nunca le pediríamos a una autoridad que se ocultara una violación de derechos humanos, por principios. Nosotros no queremos incondicionales en nada, lo que queremos es que haya justicia y que se proteja a los derechos humanos, y que no haya corrupción. Para decirlo con más claridad, ni ella lo permitiría ni nosotros nunca, jamás, nos atreveríamos a pedirle algo ilegal, injusto, que violara los derechos humanos”, aseveró.
A decir del mandatario, contrario a lo que se piensa, él no quiere “achichincles” en los llamados organismos autónomos; sin embargo, arremetió contra éstos al asegurar que tal y como están ahora, no están cerca del pueblo sino de los intereses creados. Por ello, reiteró su satisfacción con el relevo en la CNDH porque, según él, con ello se está derrumbando el andamiaje de simulación que crearon los gobiernos neoliberales.
“No queremos nosotros tener achichincles, no queremos tener funcionarios serviles; queremos servidores públicos con integridad, con principios, honestos, que ejerzan su libertad, verdaderamente independientes. Que también ese fue otro engaño durante todo este periodo, la llamada sociedad civil, los independientes. ¿Independientes? del pueblo, no de los grupos de intereses creados. Todo eso es lo que se está cayendo, ese andamiaje que crearon como pantalla para atracar, para saquear, para abusar del pueblo de México. Por eso es muy importante el momento que estamos viviendo”, sentenció.
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