Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum insiste en defender la reforma judicial y en afirmar que las inversiones están seguras en México, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recorta las expectativas de crecimiento para este año, disminución en la que se considera justamente aquella reforma.
En su conferencia de prensa de este martes, en vísperas de su encuentro con empresarios mexicanos y extranjeros, la mandataria reiteró que la reforma al Poder Judicial federal “fortalece el Estado de derecho en México”, por lo que les dice que “sus inversiones están seguras en nuestro país, que lo escuchen de nosotros, que conozcan que nos interesa que se venga a invertir bajo un plan de desarrollo. Entonces, todo eso es muy importante”.
Volvió al caballito de batalla propagandístico del gobierno federal desde hace mucho tiempo: que hay nepotismo y corrupción en el Poder Judicial (por cierto, no se refirió ni corrigió su pifia del lunes al atribuir al federal la liberación de una inculpada que fue dictada por un juez local), por lo que, según ella, con la reforma se está mejorando.
“Ningún empresario estadounidense, ninguna empresa de cualquier otro país, ni mexicanos, tienen por qué temer a la reforma judicial; al contrario, lo que vamos a hacer es sanear el Poder Judicial, y no digo nosotros como Ejecutivo, sino el pueblo de México. Se va a sanear el Poder Judicial para fortalecer el Estado de derecho”, afirmó.
Y agregó que las reformas judicial y eléctrica “no van en contra de la inversión privada, sino al revés; inclusive fortalece el sector energético”.
Mientras Sheinbaum pintaba muy bonito el panorama para empresarios tanto nacionales como extranjeros, el FMI informó de una disminución en su estimación de crecimiento para México en el presente año: si en enero había sido de 2.7 y en julio había sido de 2.2 por ciento, ahora es de sólo 1.5 por ciento.
Después de que un grupo de expertos viajó al país, se determinó que el crecimiento del año será de 1.5 por ciento, por lo que no se cumplirán las proyecciones del gobierno mexicano presentadas en su PreCriterios 2025, que señalaban que estaría entre 2.5 y 3.5 por ciento.
El recorte de las perspectivas se debe al “impacto de la restricción monetaria, restricciones de la capacidad productiva, efectos imprevistos de las recientes reformas institucionales que podrían afectar a la producción, un aumento en la aversión al riesgo global y una desaceleración económica de Estados Unidos”.
Entre las reformas mencionadas se encuentra la judicial, sobre la que el organismo advirtió que origina una incertidumbre que afecta las decisiones de los inversionistas privados. Por ello considera fundamental que la reforma judicial “se implemente de una manera clara y predecible que garantice la independencia y el profesionalismo del Poder Judicial y fortalezca el Estado de derecho”.
Pero el asunto no termina allí: el FMI también considera que el producto interno bruto de México continuará su caída el año próximo, para situarse en una tasa de crecimiento de 1.3 por ciento. Para evitarla se requieren varias condiciones: un aumento de la demanda de importaciones de parte de Estados Unidos, la reestructuración de las cadenas globales de suministros y una reforma fiscal integral para reducir el déficit fiscal.
