Claudia Sheinbaum, virtual candidata de Morena a la Presidencia de la República, también plagió en su tesis de licenciatura a un autor estadounidense al hacer la traducción y copiarlo sin dar el debido crédito, según un análisis de Guillermo Sheridan publicado por Latinus. La doctora había negado haber plagiado, y había hecho propaganda y tratado con sorna los señalamientos en su contra por ello.
La noche de este viernes Latinus publicó el análisis que el investigador universitario hizo de la tesis de Sheinbaum para recibirse en la licenciatura en Física, titulada Estudio termodinámico de una estufa doméstica de leña para uso rural, presentada en la Facultad de Ciencias Física de la UNAM en 1988 (“año en que ganó Cárdenas”, se lee en la portada de la tesis).
De su revisión, Sheridan encontró que el plagio cometido por Sheinbaum no estaba en la fórmula que algunos habían difundido con anterioridad en redes sociales, sino que la hoy encumbrada política copió partes de la tesis Biomass Stoves: Engineering Design, Development, and Dissemination (1987), del académico de la Universidad de Princeton Samuel F. Balwin, las que tradujo, copió y pegó en su trabajo sin las referencias a que obliga el trabajo académico.
El investigador universitario halló que el plagio de Sheinbaum inicia en el capítulo III de su tesis, mediante un procedimiento “que traduce y glosa un texto que además está en inglés”. De la confrontación que hizo entre los textos de Baldwin y de la hoy doctora, Sheridan reproduce en Latinus cuatro ejemplos en los que esta traduce (a veces mal) y copia lo dicho por aquel, pero casi sin citarlo, con apenas alguna mención con datos incompletos.
De esa forma Sheinbaum incurrió en lo que el también escritor llama “plagio de mosaico”, “que consiste en copiar y/o parafrasear un texto ajeno, cambiando algunos términos pero conservando su sentido y su estructura”.
Sheridan comentó que, al igual que ocurrió con Xóchitl Gálvez, Sheinbaum “también emplea material ajeno sin indicarlo adecuadamente”. Es decir, también es plagiaria.
Después de que se reveló el plagio de Xóchitl Gálvez, Sheinbaum, muy oronda, había declarado en un mitin de su virtual campaña presidencial que “nosotros no mentimos, tampoco plagiamos”, e incluso había respondido de manera contundente a las primeras acusaciones de plagio que circularon en la red en un tuit del 24 de septiembre, en el que presumió que “quien inventó lo del plagio, claramente no tiene ni la menor idea de lo que es el trabajo académico”.
Ahora ha quedado demostrado que, si Sheinbaum sí tiene idea de lo que es “el trabajo académico”, como ella misma presume, entonces hizo trampa en su tesis de licenciatura al plagiar a otro autor.
Con anterioridad Sheridan encontró y reveló plagios de personajes de la plana mayor del obradorismo, como Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República; Yasmín Esquivel Mossa, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la Presidencia de la República. También los de otra figura menor: Fabrizio Mejía, uno de los propagandistas del gobierno morenista y director de la revista oficialista Sentido Común.
