El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que espera que adicionalmente a que la Guardia Nacional quede en manos de la Sedena, después del 2024 “tanto Marina como Defensa contribuyan, apoyen, en labores de seguridad pública”.
Es decir, que la seguridad pública siga militarizada, al contrario de lo que ofreció como candidato. Se recordará que en numerosas ocasiones señaló que el Ejército debía “regresar a los cuarteles” y que emplear a los militares en tareas de seguridad pública era equivocado.
Pero, desde que tomó posesión, fueron evidentes sus intenciones militarizadoras. Primero, disolvió la Policía Federal y creó la Guardia Nacional, incorporando muchos militares en sus filas, además de nuevos elementos.
Posteriormente, anunció su deseo de que la GN quedara al mando de la Secretaría de la Defensa Nacional y una reforma constitucional para tal efecto. Ante la gran probabilidad de que esta reforma no se apruebe, anunció que emitirá un decreto para hacer ese traspaso de mando.
Dijo que buscará un “mecanismo legal” para que la GN siga siendo una corporación civil, a pesar de tener un mando militar.
Este viernes, dijo que tiene el deseo de que, aun cuando la GN, como corporación “civil” realice las tareas que antes realizaba la Policía Federal, marinos y soldados sigan contribuyendo en estas labores.
Es decir, que de “el Ejército a los cuarteles”, nada.
Esto podría lograrse, dijo, “extendiendo” el artículo quinto transitorio constitucional que actualmente permite a las Fuerzas Armadas realizar labores de seguridad. El plazo de este transitorio vence en marzo de 2024.
Si se extiende o bien, si realizan nuevas reformas a leyes secundarias, los militares podrían seguir “contribuyendo” a la seguridad de manera indefinida.
“Que se pueda constituir la Guardia Nacional dependiendo de la Secretaría de la Defensa Nacional, pero que también además de sus funciones, tanto Marina como Defensa contribuyan, apoyen, en labores de seguridad pública… Vamos a consolidar la Guardia Nacional y al mismo tiempo buscar en cuestiones estratégicas para proteger a la población”.
Agregó: “Es que era, y sigue siendo, para la visión de algunos, era normal que estuviesen asaltando enfrente de un cuartel militar a un ciudadano y no pudiese constitucionalmente, intervenir el Ejército porque estaban impedidos.. y cuando se decide esto, tenía una razón de ser porque todavía la Defensa Nacional, la defensa de nuestro territorio, la seguridad del Estado, la seguridad interior eran los objetivos fundamentales, no la seguridad pública. Pero se desata la guerra contra el narcotráfico y lo principal ya no es la amenaza de que nos van a invadir o que tenemos que defender nuestra soberanía”.
“Pero en este caso, el principal problema era la protección de los mexicanos, la seguridad pública y habían dos cosas, una legal en donde se tienen dos instituciones con más de 400 mil elementos, el Ejército y la Marina, con instalaciones, con equipos con información profesional en escuelas, sin poder contar con estas dos instituciones para atender el principal problema del país: la inseguridad, porque la Constitución no lo permitía y se hacía de manera informal, violando la Constitución ”.
Dijo esto justo en la misma semana en que se vivieron jornadas de auténtico terrorismo en tres estados de la República: Chihuahua, Guanajuato y Jalisco, coincidentemente, tres entidades gobernadas por la oposición.
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