Elizabeth García Vilchis volvió a hacer trampas, ahora para intentar desacreditar la difusión que la prensa hizo del libro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM sobre las iniciativas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su sección “Quién es quién en las mentiras de la semana”, García Vilchis se refirió al tratamiento que en sus cabezas dieron dos medios al libro Análisis técnico de las 20 iniciativas de reformas constitucionales y legales presentadas por el presidente de la República (febrero 5, 2024), del que ni siquiera pudo dar el título.
García Vilchis se refirió sólo a un par de notas: la primera, publicada el 14 de junio por Latinus, “La reforma judicial es regresiva y provocará un daño mayúsculo” (del reportero Julio Astorga, cuyo nombre no dijo), “atribuyéndoselo a la UNAM, al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM”. Por supuesto, con mala fe, la empleada presidencial sí mencionó “el Latinus de Loret de Mola”, quien poco o nada tenía que ver con la nota pero a la que ella encontró la forma de vincular, lo que le parece incorrecto y falso en el caso del libro y el título de la nota antes mencionada.
La segunda nota a la que hizo referencia García Vilchis fue “Plan C: UNAM advierte por iniciativa de reformas de AMLO; ‘es dañina y regresiva’, asegura” (del reportero Jorge Fajardo, lo que tampoco dijo la funcionaria), publicada por MVS Noticias tanto en radio como en su sitio web el 17 de junio.
La empleada gubernamental dijo al respecto: “Ambas notas adjudican falsamente las declaraciones del Instituto de Jurídicas y a la Universidad Nacional Autónoma de México”, y agregó que esta los desmintió con su comunicado del día 17, en el que afirmó que es un libro de aquella dependencia que no refleja un posicionamiento institucional, sino sólo la opinión de los autores.
Luego, García Vilchis comentó que el comunicado de la UNAM se refiere a dos investigadores que criticaron la reforma del Poder Judicial en el capítulo 11 del libro, lo cual es falso porque el texto de la institución de educación superior no hace esas referencias específicas, pero la funcionaria lo tergiversó para aumentar la descalificación.
Cuando menos en el caso de Latinus lo señalado por la funcionaria es engañoso: desde el principio del cuerpo de la nota deja claro que se trata de un libro publicado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, realizado por diversos investigadores, y en el desarrollo se destaca el caso de la elección de los integrantes del Poder Judicial con fragmentos de los análisis de dos autores, César Astudillo y Javier Martín Reyes. Pero García Vilchis, para mejor hacer trampa, sólo se quedó con el título de la nota.
Otro es el caso de MVS Noticias, en cuya nota sí se citan partes del trabajo de Martín Reyes sin nunca mencionar su autoría, y el reportero las refiere como si fueran el punto de vista de la UNAM. Este miércoles, al final de esta nota se puede ver una parte subtitulada “UNAM se deslinda de análisis”, donde se reproduce el tuit de la institución en el que señala que el libro de marras no es su posicionamiento respecto al tema. La última actualización de la nota, según se indica en el sitio de ese medio, fue a las 8:47 de este miércoles; es decir, después del señalamiento de García Vilchis.
Como se puede observar, no se pueden tratar igual ambas notas por su contenido y la forma en que refieren su fuente; pero, pese a ello, García Vilchis, con evidentes problemas de lectura como los de López Obrador, a duras penas pudo referirse a sus títulos.
La servidora pública también dijo que “existe la libertad de investigación; agregamos y repetimos: existe la libertad de investigación, y la crítica es bienvenida desde el inicio de la cuarta transformación de la vida pública de México, pero disfrazar un trabajo académico con la toma de posición de una institución en la vida pública del país sí es actuar con dolo”.
Obviamente, García Vilchis se ahorró recordar la forma en que el pasado lunes López Obrador descalificó el libro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y a sus autores, aunque no se ocupó ni de leerlo: “Pues ya ni vi nada, ¿no? Ya sé: son predecibles. Pero yo les diría: ¿qué se tienen que meter?”. Nada más hay que mencionarlo por la libertad de investigación reivindicada (en buena hora) por la funcionaria.
Cabe preguntarle también a García Vilchis, para hablar de atribuciones, si el tabasqueño puede generalizar y decir que la UNAM “se derechizó” cuando a su interior existen importantes corrientes de izquierda.
