La senadora Xóchitl Gálvez señaló que la iniciativa de reforma judicial del presidente Andrés Manuel López Obrador no resuelve los problemas de la gente y que, por el contrario, puede generar más injusticia. Además, consideró que la popularidad no sustituye a la capacidad ni al mérito, por lo que se opone a la elección popular de juzgadores.
La tarde de este martes, al intervenir en los Diálogos Nacionales sobre las reformas constitucionales al Poder Judicial, en sesión realizada en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, la senadora manifestó que lo que ahora se discuto no es solamente una reforma al Poder Judicial, sino “la subsistencia de nuestro régimen democrático y la forma en que habremos de limitar el poder político”.
Si bien indicó en que coincide con el oficialismo en la mejor del Poder Judicial y en que este sirva efectivamente a la sociedad, la hidalguense afirmó que “las reformas propuestas no van en esa ruta” y que modifican esencialmente el actual diseño constitucional, con lo que se pone en riesgo los límites que protegen los derechos de los ciudadanos ante el poder, algo que ya se observó en décadas anteriores.
La legisladora fue muy clara respecto a la iniciativa: “La actual propuesta de reforma al Poder Judicial no resuelve los problemas de la gente, pero sí puede generar más injusticia; con ello, más encono y división entre los mexicanos”.
Durante los dos últimos dos días López Obrador, en plena congruencia con su discurso de “90 por ciento honestidad y 10 por ciento experiencia”, se ha manifestado a favor de que en la elección de juzgadores se elimine el requisito de la experiencia.
Sobre esas declaraciones del tabasqueño, Gálvez apenas pudo ser más directa: “No estoy de acuerdo en desmantelar la carrera judicial federal: es indispensable contar con conocimiento, experiencia y honestidad. La popularidad no es sustituto de la capacidad y el mérito, y yo lo digo claro y fuerte, que se escuche hasta Palacio Nacional: la experiencia no es igual a corrupción”.
Remató la idea: “No estoy de acuerdo con que se elija por voto popular a los ministros de la Suprema Corte ni a los jueces y magistrados de la Federación”.
Acerca del Poder Judicial, Gálvez comentó que sus defectos no justifican que se le trate como enemigo de la sociedad, ni tampoco la arbitrariedad ni el abuso, por lo que dijo que “sí se toca, pero nuestro deber es ponernos de acuerdo en una reforma para perfeccionarlo, no para destruirlo”.
Pero no sólo puso atención en el nivel federal, sino que también enfatizó en la necesidad de una reforma a fondo para los poderes judiciales locales.
Gálvez dijo que está a favor de una reforma al Poder Judicial, “pero sin odio ni venganza” y que le dé prioridad a las víctimas del delito. Además, también se pronunció por cambios al sistema penitenciario, ya que “en la imposición de penas no puede haber privilegios, pero tampoco violación a los derechos humanos”.
También llamó a Claudia Sheinbaum a hacer honor “a su espíritu y escuche a los especialistas que llevan toda su vida estudiando los temas”.
Horas antes, Sheinbaum prácticamente se había negado a dialogar con Norma Piña, ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
