Después de que Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad federal, intentó desdeñar la violencia en el proceso electoral con cifras incompletas presentadas de forma tramposa, Xóchitl Gálvez la criticó severamente y acusó al gobierno de querer lavarse las manos al respecto.
La tarde de este martes la hidalguense manifestó su indignación por la vergonzosa presentación que la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana hizo por la mañana para intentar negar que el actual ha sido el proceso electoral más violento, para lo cual se limitó a decir que hubo 12 candidatos asesinados y que lo demás era una campaña opositora para desprestigiar al gobierno. Gálvez le aclaró que los aspirantes ultimados casi triplican esa cifra y que sólo pretenden lavarse la cara.
Xóchitl dio datos más acordes con los que han aportado diversas organizaciones que siguieron el problema, como Integralia Consultores y Causa en Común: “Al menos 35 aspirantes a cargos de elección fueron asesinados en este proceso electoral. Efectivamente, no llegaron a ser candidatos porque los mataron antes de registrarse en la contienda. No intenten lavarse las manos. Ustedes siempre tienen otros datos”.
En la conferencia de prensa presidencial de este martes Rodríguez se presentó a intentar minimizar la violencia en el proceso electoral de 2024, que algunas organizaciones serias que han dado seguimiento a crímenes en los comicios, como Integralia Consultores, han calificado como el más violento de los que ha habido en el país.
Así, en su lamentable exposición la experiodista hizo referencia a diversos crímenes que ha habido en procesos electorales desde 1988, como los de Francisco Javier Ovando y Román Gil, colaboradores de Cuauhtémoc Cárdenas (no está de más mencionar algo que no dijo la funcionaria: en aquellas fraudulentas elecciones militaban en el PRI y apoyaron a Carlos Salinas de Gortari personajes como Manuel Bartlett, Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y muchos más que hoy son morenistas) y, sin dar cifras exactas de los crímenes en los procesos electorales, sin orden ni concierto se puso a hablar de homicidios célebres, como los de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, de los de militantes y dirigentes de oposición en cualquier etapa sin importar que no hubieran sido en comicios, de una candidata del PRD a alcaldesa, de un candidato del PRI a gobernador y de algunos más a presidencias municipales.
Así fue el trabajo que presentó Rodríguez: una mezcolanza de hechos sin ningún orden, sin datos organizados y que permitieran hacer una comparación, sino nada más casi anécdotas de varios años: un homicidio en 2004, otro en 2010, dos más en 2012 y otro en 2015, sin cifras mínimamente precisas de crímenes durante los procesos electorales. Así fue la funcionaria por la conferencia en su pretensión de confundir e intentar minimizar lo ocurrido en los últimos meses en el país.
En su desorden, la exreportera de La Jornada se fue hasta 2018, y dio la cifra de que en las elecciones de ese año hubo 20 candidatos asesinados, siete en pos de una alcaldía y uno por una diputación federal; de los restantes 12 no dio información, como la situación imponía. Y la funcionaria se saltó (sin explicaciones, por supuesto) el proceso electoral de 2021, que también fue muy violento: tan sólo entre noviembre de 2020 y mayo de 2021 etcétera contabilizó 23 aspirantes a cargos de elección popular asesinados, de los cuales nueve ya estaban registrados como candidatos. De ellos, el 91 por ciento aspiraban a cargos locales y el resto a diputaciones estatales.
Así, Rodríguez llegó al 2024, en el cual se limitó a mencionar que sólo se reportaron los asesinatos de 12 candidatos oficialmente registrados ante los institutos electorales locales. En esto hizo otra vez trampa la secretaria porque se guardó datos de aspirantes a cargos de elección popular, a diferencia de lo que hizo en la conferencia de prensa presidencial del 2 de abril de este año, cuando informó (entonces sí) de los asesinatos de dos candidatos registrados, de cinco precandidatos inscritos en los partidos políticos y de ocho aspirantes que habían manifestado su deseo de competir o que habían sido mencionados (así los calificó). Estas últimas categorías ya no las incluyó y las ocultó la funcionaria este martes (además, no se sabe si en sus números incluyó a los candidatos ganadores que fueron ultimados tras la jornada electoral, por supuesto).
Con tan paupérrima y desorganizada información que no permite ninguna comparación con procesos electorales anteriores (y, además, presentada tramposamente), la secretaria Rodríguez todavía tuvo la desfachatez de declarar lo siguiente: “En este tiempo hemos visto el interés de grupos opositores al régimen actual para generar alarma y la idea equivocada de que México vivió el proceso electoral más violento de la historia reciente; pero esto no es así, se trata de campañas que pretenden desprestigio al gobierno. Un comparativo de los homicidios que tuvieron lugar en diferentes momentos y procesos electorales es muestra de ello. Hay que decir que las elecciones pasadas, la difusión de información se centraba sobre las candidaturas a la presidencia o a las gubernaturas, por lo que los actos de violencia contra quienes contendían por puestos locales no eran mediatizados”.
Pero hay que insistir: ella no presentó datos que le permitan rebatir que el actual fue el proceso más violento, además de que únicamente tomó en cuenta a los candidatos y a nadie más de los participantes en el proceso, como precandidatos, funcionarios electorales, encuestadores, etcétera, para mejor minimizar la violencia muy a su conveniencia.
De manera tan incompleta, torpe y mañosa, Rodríguez intentó cumplir con la promesa que el 3 de abril hizo sobre la violencia en elecciones López Obrador, cuando dijo: “Nada más que pase todo esto vamos a dar a conocer, porque es incluso de mal gusto, pero nada más para seguir haciendo consciencia y que no manipulen, no a la manipulación. ¿Saben en qué gobierno asesinaron a más periodistas? Con Felipe Calderón, pero se los vamos a probar. Y lo mismo en el caso de candidatos, se los vamos a probar. Pero vamos a esperar que pase todo esto”.
Sin embargo, la secretaria no presentó las cifras de candidatos asesinados en el sexenio de Felipe Calderón que permitan hacer la confrontación con los del gobierno de López Obrador, sino que apenas mencionó tres casos en la gestión del panista. Ese ejercicio lo hizo etcétera con datos de Integralia Consultores, los que indican que hubo más crímenes contra aspirantes en el gobierno del tabasqueño, y por mucho.
Así de paupérrima fue la exposición de Rosa Icela Rodríguez, pero dentro de los estándares establecidos por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
