La cuestionada ministra Yasmín Esquivel también plagió y en gran medida, el contenido de su tesis de doctorado, concedido por la Universidad Anáhuac, pues de 456 páginas, la ministra robó 209.
De acuerdo con una investigación del diario El País, en su capítulo México, Esquivel plagió, en la tesis presentada en 2009 para ser doctora en derecho, a 12 autores de prestigio internacional, sin citar, sin aplicar comillas y sin referenciar y hasta copiando los pies de páginas.
Autores como Miguel Carbonell, Ignacio Orihuela y Jorge Carpizo son algunos de cuyos libros Esquivel tomó páginas y páginas, haciendo pasar el trabajo como propio y con el total aval de su asesor de tesis, sus sinodales y la propia Universidad Anáhuac.
Se recordará que tras desatarse el escándalo sobre el plagio que cometió en su tesis de licenciatura, su director de tesis doctoral, el doctor José Antonio Núñez Ochoa, emitió un comunicado de prensa en el que afirmaba que la tesis doctoral “cumplió con el estricto rigor académico exigido por la Facultad de Derecho de la Universidad Anáhuac”.
Pero el contraste presentado en el acucioso reportaje del diario español es, como lo fue el reportaje de Guillermo Sheridan, incontestable.
La tesis se llama Los derechos fundamentales en el sistema jurídico mexicano y su defensa, que tiene páginas y páginas tomadas textualmente y sin citar de otros autores.
Dice El País que dos de los autores plagiados “han confirmado el plagio a este periódico”.
Entre los afectados por el robo intelectual cometido por la ministra, con el aval de su director de tesis, se encuentra “un exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); un exministro español de Cultura y un expresidente del Tribunal Supremo de España; un expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), así como juristas mexicanos, italianos, españoles y alemanes”.
El ministro de Cultura y Deporte de España de 2020 a 2021 y actual embajador ante la UNESCO, José Manuel Rodríguez Uribes, fue uno de los autores que reconocieron su trabajo en las páginas de la tesis, sin referencia y sin cita.
“En el caso de mi capítulo, lo he reconocido inmediatamente, es una reproducción textual, literal, de páginas y páginas. Ella no pone comillas, por lo tanto, es un plagio de libro, lo que ha hecho es un corta y pega. Es evidente que lo que ha hecho es copiar directamente. Lo he visto enseguida. No es una cuestión sutil. Lo ha hecho de una manera muy burda”, declaró al diario.
La obra plagiada fue el texto “Rousseau y los derechos humanos”, dentro de una enciclopedia de siete tomos llamada Historia de los Derechos Fundamentales, en donde se encuentran otros autores que también fueron plagiados.
El jurista Miguel Carbonell confirmó también haber sido plagiado por Esquivel, de quien tomó páginas de su libro Los derechos fundamentales en México, que le tomó 18 años de trabajo.
“Es plagio. Si entendemos por plagio el publicar con tu nombre un texto que tú no redactaste de manera original, es plagio. No hay otra manera de definirlo. Y ahí hay un aprovechamiento tanto del texto principal, que involucró un esfuerzo que yo hice al redactarlo, como de las fuentes que yo revisé para que nutrieran mi propio texto. Me parece un doble plagio, por el aprovechamiento de fuentes que no se revisaron de manera personal y que corresponden a un esfuerzo ajeno, un esfuerzo que me implicó tiempo, revisar acervos bibliográficos de otros países, dinero para sacar copias de los artículos, y que alguien llegue y se aproveche de esto, me parece que no hay otra manera de calificarlo”, dijo a El País.
En el reportaje se presentan comparativos de páginas de la tesis con la de los libros plagiados, mostrando que la ministra incluso copió los pies de página.
Otro académico entrevistado para el reportaje, que pidió el anonimato, dijo que al encontrar tantos “problemas de citación” lo que corresponde pensar es que hay “mala fe”.
A su vez, otro de los autores consultados, dijo que “se toman como suyos párrafos completos y consecutivos de los diferentes autores, sin hacer referencia, sin que haya comillas, e incluso, las notas a pie de página son las notas del texto original. E incluso el formato de las notas al pie de página cambia de acuerdo con el libro. Cuando el autor hace análisis, no solamente se retoman: son textualmente los análisis del autor original”, describe.
Y afirma que “no se puede considerar un error de citación porque es un patrón de utilización de ideas y párrafos completos de otros libros. Yo lo consideraría un texto de plagio, no es un texto de autoría propia, no debería poder ser evaluado”.
El reportaje original completo puede leerse AQUÍ.
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