Usualmente, el que dice “con el debido respeto” a continuación lo falta. Esa muletilla es incoherente, porque pretexta sinceridad para actuar hipócritamente: no acepta que quiere ofender, sino que “es necesario” insultar —sin querer asumir las consecuencias de la ofensa, por supuesto—.
La salida de Carlos Urzúa de la secretaría de Hacienda no se salvó de esa muletilla presidencial. El primer mandatario aceptó la dimisión y la acompañó de una descalificación de los graves puntos que el ministro había señalado en su carta de renuncia1: lo que pasa es que Urzúa no comprende, pero lo respeto2. Para el jefe del Ejecutivo, el problema se reduce a que el doctor en Economía no entiende tanto de Economía como el presidente, agraciado por la ciencia infusa.
Ni una sola reflexión pública, por parte de López, merecieron las tres cuestiones que Urzúa mencionó en su misiva: 1) que en este gobierno se toman decisiones de política pública sin el sustento suficiente; 2) que la política económica se ha realizado sin base en evidencias; y 3) la imposición de funcionarios carentes de conocimiento de la Hacienda Pública, hecho “motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés”.
El tercer asunto es el más grave, porque golpea la línea de flotación del discurso de la 4T: ahora no sólo es un gobierno de improvisados e ineptos, sino que un secretario del Ejecutivo —funcionario del más alto nivel, sólo por debajo del presidente— señala que hay actos de corrupción en esta Administración.
¿Quiénes son esos personajes influyentes? Mario Maldonado menciona algunas pistas respecto a las personas que tuvieron disputas con Urzúa, pero eso no las hace necesariamente los autores de la imposición de funcionarios. Entre los enfrentados con el secretario, Maldonado menciona a tres: Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia —a quien menciona por su injerencia en los nombramientos del SAT y la banca de desarrollo—; Raquel Buenrostro, Oficial Mayor de Hacienda —que le aplicaba la austeridad presupuestal hasta al mismo Urzúa—; y Rocío Nahle, secretaria de Energía —por sus planteamientos desastrosos, sobre los que insistía tercamente—3. Hay dos preguntas pertinentes: ¿Romo es el personaje influyente que desliza Urzúa en su carta o es otro individuo? ¿Romo actuó solo o en representación de alguien más?
FOTO: MOISÉS PABLO /ARCHIVO/CUARTOSCURO.COM
Llega Arturo Herrera como relevo, pero su prestigio ante los mercados no es el de Urzúa y tiene el antecedente de que el presidente lo ha desmentido en dos ocasiones4, bajo el esquema neoecheverrista de que la política económica se maneja desde la presidencia5. Si los problemas por los que se fue Urzúa fueron las políticas públicas sin sustento, la política económica sin bases y la imposición de funcionarios ineptos, esos puntos no van a cambiar para bien, por el contrario, es muy probable que empeoren, dado el “debido respeto” con el que el presidente ya ha tratado a Herrera.
La salida de Urzúa no implica que el país se vaya al precipicio, tampoco es poco relevante —como deslizaron algunos de los voceros en la nómina gubernamental—. Sí es un problema que el secretario con mejor perfil del gabinete se retire y lo haga porque el gobierno está haciendo mal su trabajo, con ocurrencias y corrupción. El mensaje es demoledor, no van a caer los mercados ni comenzará la gran depresión, pero hoy México es más vulnerable que ayer. Y todo porque el jefe del Ejecutivo no se limita a faltarle el respeto a sus opositores, sino que hasta a los de casa ofende, hasta que se hartan.
Mañana, porque sin duda será tema principal en la rueda matutina de Palacio, el presidente López podrá decir otras cosas, como que Romo, Buenrostro y Nahle son incapaces de causar daño a persona alguna, quizá el debido respeto sea menos matizado mañana y escuchemos algún insulto más grueso contra Urzúa, pero la tónica presidencial será similar a la de hoy y a la utilizada los últimos seis meses respecto a cualquier conflicto político, a pesar de que los hechos sean tan distintos: ni siquiera Germán Martínez se atrevió a decir que el gobierno es improvisado, corrupto e inepto, se conformó con señalar la ineficacia criminal de los recortes.
La Unión Soviética comenzó su declive cuando dejó de tener capacidad de análisis: todavía a finales de los años sesenta, los socialistas tenían los ojos abiertos a sus debilidades internas y amenazas externas. La muerte de Brézhnev en 1982 no sólo cerró la era soviética de fuerza, sino que confirmó la de negación de la realidad que ya tenía diez años de ensanchamiento. Los intentos de reforma de los sucesores de Brézhnev llegaron demasiado tarde: fueron rotundos fracasos. En suma, la muerte de la URSS fue causada por la ceguera respecto a sus fallas. A pesar de lo mucho que irrita a la 4T que la comparen con gobiernos totalitarios, la ofuscación y terquedad de la Administración recuerda a la URSS de la última fase de Brézhnev: no oye, cuando oye niega e insulta, para volver a hacer lo mismo que le habían señalado.
Si a la cuatritransformados no les gusta que les recuerden a los soviéticos, va un ejemplo latinoamericano: Chile tuvo un colapso económico en 1973, que aceleró la crisis política que fulminó a la democracia. La estabilidad económica se logra —y se mantiene— con especialistas, métricas, evidencias, sustentos y análisis de factibilidad, no con ocurrencias, sensibilidades e ideologías. Urzúa dio un importante aviso de los riesgos de seguir con la improvisación e ineptitud: es mucho pedir a este gobierno, pero sería deseable que no cayera en saco roto.
1 https://twitter.com/CarlosUrzuaSHCP/status/1148626816241979392
2 https://twitter.com/lopezobrador_/status/1148641737776271360?s=12
3 https://www.eluniversal.com.mx/columna/mario-maldonado-expres/cartera/management/renuncia-de-urzua-por-romo-buenrostro-y-nahle
4 https://politica.expansion.mx/presidencia/2019/04/09/amlo-desmiente-otra-vez-a-subsecretario-de-hacienda-no-habra-tenencia
5 https://www.excelsior.com.mx/opinion/pascal-beltran-del-rio/la-politica-economica-se-maneja-en-la-mananera/1306838
