El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy será juzgado por el Tribunal Correccional por corrupción y tráfico de influencias en el llamado ‘caso de las escuchas’, informó este jueves el diario Le Monde. Este procedimiento se agrega a dos casos de financiamiento político ilegal, el más reciente de los cuales quedó formalizado el pasado 21 de marzo.
Junto al expresidente, según el rotativo galo, también se sentarán en el banquillo de los acusados, tal y como lo había solicitado la Fiscalía Nacional Financiera el pasado mes de octubre, su abogado, Thierry Herzog, y el antiguo magistrado Gilbert Azibert.
La investigación de las escuchas se dio por finalizada en 2016, pero diversos recursos de las partes habían alargado el proceso; por ello, la decisión de los jueces de instrucción se firmó apenas este jueves, si bien aún puede ser recurrido por los afectados.
La corte había autorizado intervenciones telefónicas sobre Sarkozy ante la sospecha de que pudo recibir financiamiento del régimen libio de Muamar El Gadafi (1969-2011) durante la campaña que en 2007 le llevó al Elíseo, cuya imputación le fue entregada el pasado 21 de marzo después de un extenso interrogatorio que duró 25 horas.
Sarkozy quedó en calidad de imputado por la presunta financiación ilegal de esa campaña presidencial, y fue puesto en libertad bajo control judicial, según reporte de esa fecha de Le Monde.
Pero de aquellas grabaciones telefónicas emergieron conversaciones entre el expresidente y su abogado de las que se deducía que trataban de obtener, a través del juez Azibert, información secreta de otro sumario que investigaba si Liliane Bettencourt, heredera del imperio cosmético L’Oréal, financió ilegalmente su campaña de 2012.
Algunas de esas conversaciones fueron publicadas en la prensa y dejaban entrever que Sarkozy estaba dispuesto a ayudar al juez a obtener un puesto en Mónaco, a cambio de que influyera en la decisión del Tribunal Supremo sobre el caso Bettencourt.
En marzo de 2016, el Tribunal Supremo validó de forma definitiva la casi totalidad de las escuchas al expresidente sobre las que se sustenta la inculpación, lo que dejó abierta la vía para el juicio anunciado este jueves.
Sarkozy tiene pendiente, además un juicio por presunto financiamiento irregular de su campaña para las elecciones presidenciales de 2012, el llamado ‘caso Bygmalion’: una compleja trama de supuesta falsificación de facturas para ocultar gastos electorales y burlar los límites legales, con la que habría gastado unos 42.8 millones de euros (cerca del doble del monto legal autorizado: 22.5 millones).
Frente a la más reciente inculpación, Nicolas Sarkozy ha denunciado que vive un “infierno de la calumnia” y que no existen pruebas en ninguna de las acusaciones que pesan sobre él.
(Con información de El Mundo, El País y Deutsche Welle)
aml
